Con Horace McCoy (1897-1955) y su obra maestra ¿Acaso no matan a los caballos? la crítica de Estados Unidos cometió una injusticia: la obra fue ignorada durante años hasta que el director cinematográfico Sydney Pollack la rescató del olvido e hizo con ella Danzad, danzad malditos, una estupenda película. El filme fue fiel al descarnado argumento del libro: durante los años de la Gran Depresión, centenares de personas sin recursos participaban en maratones de baile con el único propósito de ganar un poco de plata. Pero el precio es elevado: vencer o morir extenuados por el esfuerzo. La explícita y dura denuncia social que Horace McCoy plasma en estas páginas acaso explique el porqué del ostracismo al que fue condenado por el establishment cultural estadounidense.
Observaciones: Incluye sobrecubierta.
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