DEPREDADOR
(Ciencia ficción)
Advertencia:
Quienes se rían o menosprecien la energía de seres
espirituales, ya sean monstruos, gnomos o hadas, serán presa del DEPREDADOR.
Se
recomienda NO leer con la luz apagada para los de corazón débil, aunque si bien
es verdad que sin luz ¿qué carajo van a leer?
Esto
va en serio, jajajajajajajajajajajajajajaja.
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I
Eran
la 3 de la madrugada, un día de pleno otoño, David no podía dormir, el aire de
su habitación se hacía irrespirable, gruesas gotas de sudor le cubrían la frente
y la almohada parecía una esponja.
Estaba
excesivamente nervioso, intuía que algo desconocido para él, algo
inexplicable rondaba por el bosque, no acertaba a explicarse de dónde procedía
esa intuición que, a medida que iba transcurriendo el tiempo, se hacía más
insistente y posesiva.
Vivía
solo, en una casa rodeada de bosque situada muy a las afueras de la ciudad,
estaba de lejos que andando a pie se tardaba unas cinco horas en llegar a las
primeras casas.
Prácticamente
hacía vida de ermitaño, tenía un carácter algo excéntrico pero no era mala
persona, quien lo conoció nada tenía en contra suya, sólo decían que era un ser
solitario que tenía alergia a las multitudes, un poco visionario y amante de
historias de extraterrestres.
Disponía
de un vehículo, muy antiguo por cierto, con el cual se desplazaba cada dos o
tres meses a la ciudad para hacer acopio de víveres y ropa, también se procuraba
algún que otro capricho gastronómico. Carecía de televisor, carencia que
concuerda con lo de la incomodidad por las multitudes.