El 1° de julio de 2018 abrió un capítulo desconocido en la historia política y social de México. Los ciudadanos depositaron su voto y le otorgaron el triunfo, por fin, a Andrés Manuel López Obrador. A la vez pusieron en él sus esperanzas y expectativas para efectuar cambios profundos. Los cuales son impostergables. La razón radica en que durante más de nueve décadas los gobiernos (PRI-PAN) prometieron beneficios al pueblo de México; pero, las políticas implementadas a lo largo de ese tiempo, muy por el contrario a los ofrecimientos y a lo que de ellos se esperaba, hundieron al país en abismos de corrupción, violencia, inseguridad y en una profunda inestabilidad económica. Pero, la conquista electoral, no sólo va asociada a la esperanza de un mejor futuro sino que, está plagada de incertidumbres por la falta de claridad política y económica del nuevo gobierno. Los retos para enfrentar los efectos de la globalización son muchos y monumentales. No será un proceso fácil intentar nuevas políticas alejadas de los rapaces capitales mundiales.
No todo será miel sobre hojuelas con el nuevo gobierno. Hay diversos sectores sociales muy críticos al nuevo presidente; la oposición no ve con buenos ojos las diversas actitudes presidenciales de división o los arranques verbales para denostar a quienes se oponen a sus proyectos, la imposición de su perspectiva o visión sobre los proyectos a realizar, entre muchas otras cosas. Las pinceladas son muy claras, hay un presidente impositivo y autoritario.
El triunfo electoral del Movimiento de Regeneración Nacional como la asunción al poder de su líder, supone un punto de inflexión en diversos ámbitos. No solo en el quehacer político, sino en el de las políticas públicas (planes y programas) a desarrollar por la nueva administración gubernamental. Las interrogantes al nuevo gobierno pueden ser desde ¿Cuáles son sus prioridades y las principales propuestas? ¿Hacia dónde quieren llevar al país? ¿Cuáles serán los beneficios sociales y económicos de sus políticas? Por tal razón es imprescindible el debate académico, sobre todo derivado de los primeros proyectos desplegados durante el primer semestre de gobierno.
Lo anterior fue una de las tantas razones para que un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias Penales y de las Universidades –Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, Autónoma de Guerrero, Autónoma del Estado de México, Autónoma de Baja California, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, pertenecientes a diversos Cuerpos Académicos concentrados en Áreas de Investigación, Educación Cultura y Procesos Sociales, de Estudios del Conflicto y sus Efectos en la Cultura Urbana, Ciudadanía y Democracia–; así como, la Red de Investigadores Latinoamericanos por la Democracia y la Paz y El Colegio de Tlaxcala, se reunieron en un seminario, los días 16 y 17 de mayo de 2019, para analizar, discutir y construir un proyecto colectivo, cuyo objetivo fue analizar el sentido y las tendencias de la transformación en México, como resultado del cambio de Gobierno.
COORDINADORES
JOSÉ LUIS CISNEROS
MARTÍN GABRIEL BARRÓN CRUZ
JOSÉ ANTONIO PARRA MOLINA