https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Lo que aprendí al morir" de Hugo Andrés Escorce (página 4) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Domingo 15 de junio de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  (4) 
 

Luego de toda esa confesión, Jacob le preguntó a Brian, si aún quería a Laura y él sin dudar le contestó que sí y que, luego de la muerte de Samanta, nunca había querido a nadie más que a ella, entonces Jacob continuó preguntando:
-¿Dirías entonces que ella es la única persona que puede hacerte feliz?
-Bueno esa es una pregunta compleja -contestó Brian-, cada cual puede interpretar eso de diferentes formas, sé que nunca he conocido a nadie más que me haga pensar en dejarla, ni cuando jóvenes, ni ahora, siempre he pensado que es una mujer maravillosa y en estos últimos años reconozco que lo que más me ha dolido no es la muerte de Joseph, aunque lo quería como a un hijo, sino el hecho de ver cómo eso la ha vuelto tan infeliz. Siempre he pensado que si existen tantas personas en el mundo, deben existir al menos varias que te puedan hacer feliz. Por ejemplo, sé que hubiera sido muy feliz con Samanta pero ella ya no está, además, ¿para qué buscar otra que te haga igualmente feliz que la misma con la que ya estás.
-Buena respuesta, pero ¿Crees que ella aún pueda ser feliz contigo? -Continuó preguntando Jacob.
-No lo sé ahora -dijo Brian-, pero creo que la hice feliz por muchos años y desearía poder hacerla feliz muchos más, aunque no veo la forma de cómo lograrlo. De hecho he pensado si el divorcio sería o no una buena opción, pero proponerle eso sería como decirle que ya no la quiero y no es cierto, aunque también he pensado que si seguimos juntos, quizás nunca volveremos a sonreír.
-¿Y qué fue lo cambió en ella?
-Luego de un par de meses de duelo, yo intenté seguir siendo el mismo y continuar con mi rutina pero ella parecía siempre reprocharme el que a mí no me doliera tanto lo que había sucedido y lo que más nos distanció fue que al tiempo ella me propuso volver a adoptar, pero en ese momento, las cosas se habían tornado muy complicadas en mi trabajo y aunque no me siento anciano y sé que ella, aunque tiene cuarenta y dos años, es fuerte y se conserva mejor que cualquiera con diez años menos, no me sentí con las suficientes fuerzas para volver a pasar por una adopción y, tristemente al final, ella no sólo se alejó más de mí, sino que tampoco conseguí sostener el liderazgo de mi empresa y las perdí a ambas.
-¿Y has estado con otra persona luego de la muerte de Joseph?
-Después de la muerte de Samanta, nunca he conocido quien me llamara más la atención que Laura. Cuando éramos jóvenes, por supuesto que me gustaban muchas mujeres pero, aunque suene estúpido, pensaba que si Samanta me estuviera viendo desde algún lugar no le gustaría que le fuera infiel a Laura.
-Y ahora que ya no estás como director de tu empresa, ¿por qué no volver a adoptar?
-Hace dos meses se lo propuse, pero ahora fue ella quien dijo que había perdido el interés. Luego de eso no le volví a insistir pues un bebé no es un juguete que se pueda devolver si no te gusta, quizás ella y yo aún nos queremos pero ya no nos amamos y es por eso que encontrar la felicidad juntos se ve tan complicado, o quizás el amor no exista realmente. A veces pienso eso, quizás lo que llamamos amor es sólo la combinación de la costumbre de vivir con alguien, unido con el temor al cambio o a quedarse solo.
-Brian, en parte tienes razón, el amor es una combinación de cosas pero es por eso que sí existe, amar es un sentimiento. Pero el amor es a la vez una decisión, es una elección personal, es un compromiso consigo mismo de comenzar a vivir con y para otra persona y es por eso que es complejo; amar no es complicado porque sea difícil encontrar una pareja, el amor es complicado porque requiere de mucha dedicación y esfuerzo, el amor no nace a primera vista, no aparece de la nada, se tiene que sembrar y cosechar, y ese cosechar encierra todas aquellas palabras que solemos decir con facilidad pero que poco aplicamos, palabras como afecto, respeto, interés, comprensión y perdón, y hay que tener en claro que aún con todo esto no es suficiente para mantenerlo vivo. Al amor siempre habrá que cuidarlo como a un niño, hay que demostrarle todos los días que estás ahí para él y hacerle ver que es importante, hay que estar innovando para evitar que llegue el aburrimiento y la monotonía, es tarea de nunca acabar, requiere de gran dedicación y entrega, debe volverse una prioridad y es por todo eso que el amor es complicado.

 
Páginas 1  2  3  (4) 
 
 
Consiga Lo que aprendí al morir de Hugo Andrés Escorce en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Lo que aprendí al morir de Hugo Andrés Escorce   Lo que aprendí al morir
de Hugo Andrés Escorce

ediciones deauno.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com