|
|
Páginas
1
(2)
3
4
|
|
Cuando estuvo a dos pasos de él, aquel hombre preguntó:
-¿No nos conocemos de algún lado? Su rostro se
me hace familiar. A Brian le sorprendió que lo
dijera pues él estaba pensando lo mismo. Sin embargo, no dijo nada al respecto y
tan solo extendió su mano diciendo: -No, no
creo que nos conozcamos, pero mi nombre es Brian Rees, mucho gusto. -¡Ah! ¡Rees! ¿Usted no fue jugador en el equipo de la
universidad? Sí, ya recuerdo, usted fue quien sufrió ese accidente en el puente,
¿no se acuerda de mí? Me llamo Jacob, yo estaba en el hospital acompañando a mi
hermana que estaba dando a luz esa misma noche que ingresaron usted y su novia.
Usted y yo cruzamos un par de palabras esa noche, pero quizás no se acuerde de
mi cara porque yo apenas comenzaba la universidad cuando usted estaba
terminando. Qué pena lo de aquel día, bastante falta que usted le hizo al equipo
de la universidad ese año. Recuerdo también la marcha, la misa y los minutos de
silencio que se hicieron en honor a su novia ese año y que incluso se repitieron
por un par de años más en la universidad. No creo que nadie de aquella época
haya olvidado esa tragedia. Brian realmente no
lo recordaba a él, pero se sintió conmovido de que él si lo hiciera y no le
prestó más atención al tema de averiguar quién era, pues tan solo pensar en ese
día le causaba un gran dolor. Además recordaba que en esa noche, muchas personas
de universidad lo habían acompañado. Rápidamente comenzó entre ambos una conversación muy amena,
reviviendo recuerdos del pasado y, mientras lo hacían, Brian reflexionaba acerca
de todas aquellas personas que, por desconfianza, vergüenza o soberbia dejaban
de conocerse, como hubiera sido el caso de Jacob, ya que si hubiera sido por él,
jamás habría cruzado una palabra con este personaje.
Ya después de varios tragos,
algunos chistes y recuerdos del pasado, Brian sabía cómo Jacob había terminado
de estudiar Historia en la misma universidad y nunca se había desvinculado de
ella, pues había seguido trabajando y estudiando allí. Actualmente era profesor
y había estudiado otras dos carreras, Arte y Filosofía. Su vida le parecía
bastante interesante, se había dedicado a aprender todo lo que le gustaba. Su
sueldo no era para hacerse millonario, pero la universidad le había patrocinado
gran parte de sus estudios y viajes. Ambos coincidieron en conocer algunos
lugares del mundo pero a Brian le asombraba cómo Jacob había apreciado tantas
cosas de aquellos lugares, de las que él, en sus vacaciones o viajes de trabajo,
nunca se había percatado. Casi de inmediato le dieron deseos de volver a estar
en cada uno de esos sitios y la conversación lo hizo sentir un poco tonto ya
que, en parte, había desperdiciado muchos de esos viajes y se daba cuenta que
realmente era poco lo que había aprendido de los lugares que suponía
conocer.
|
|
Páginas
1
(2)
3
4
|
|
Consiga Lo que aprendí al morir de Hugo Andrés Escorce en esta página.
|
|
|
 |
|