ANTECEDENTES
El antecedente inmediato al periodo
denominado como desarrollo estabilizador lo constituye el sexenio de Adolfo Ruiz
Cortines (1952-1958), en donde se logro una cierta estabilidad de precios,
mejoramiento de salarios, aceleración del proceso de sustitución de
importaciones, equilibrio presupuestal a través de la utilización de créditos
externos, fortalecimiento del sistema financiero y del tipo de
cambio.
Para 1954 el gobierno realizó inversión en
agricultura, que aunada a la devaluación y a el incremento en los precios
internacionales de algunos productos agrícolas ocasionaron que el valor generado
por la agricultura se incrementara. El gobierno también intervino en la industria, los transportes y el comercio favoreciendo
su crecimiento.
En los dos años siguientes el estado trato de
no intervenir excesivamente en la economía, moderando su gasto corriente y
disminuyendo sus inversiones así como procurando reestablecer un equilibrio
presupuestal. Todo esto con el fin de no interferir en los negocios privados,
haciendo todo lo necesario para dejar en manos de los empresarios la responsabilidad del crecimiento
económico del país.
El gobierno logro a partir de 1956 poner fin
a la espiral inflacionaria que en años anteriores había acompañado al
crecimiento económico del país. Con esto se adentro México al desarrollo
estabilizador. Para esto eran necesarias una política fiscal en la que el gasto
fuera financiado fundamentalmente con los ingresos corrientes del sector público, evitando recurrir
a créditos externos.
La política monetaria debía ser conservadora,
limitando la excesiva expansión monetaria pero sin ocasionar una escasez de
medios de pago. Los objetivos centrales que se buscaban eran precios estables al interior y estabilización del tipo
de cambio.
Durante este sexenio, se cambio la política
salarial de mantener lo mas bajo posibles los salarios aplicada por los otros
dos gobiernos anteriores, encaminando la política salarial hacia el mejoramiento
relativo de la capacidad adquisitiva de los trabajadores. También se trató
de hacer efectiva la política de sustitución de importaciones, buscando reducir las
compras al exterior.
Otro aspecto de política económica de este
sexenio es el fortalecimiento del mercado financiero, con lo que se comenzó a
superar el problema que representaba la estrechez del mercado interno de capitales para del
crecimiento económico.