https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Añoranzas relegadas" de Javier Núñez (página 4) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 18 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  (4)  5  6  7  8 
 

Luego arribó Ernesto, quien, días antes, estaba ansioso de llegar a "La Pampa". El resto de inscritos cuyos nombres figuraban en la lista de Roberto iban llegando de uno en uno, hasta que en acudir último fue nuestro guía, bien podría llamarlo maestro.

?¡Hola, chicos! ¿Cómo están?

?Bien, hombre ?contestamos a coro.

?¡Genial! ¡Me alegra, de verdad!... Pero los noto un poco nerviosos... relájense, muchachos, es natural; les digo por experiencia... Para salir de semejantes apuros deben tener valor, ánimo, estar decididos y, sobre todo, poseer seguridad; quiero decir, estar seguro de sí mismo y creer que todo va a salir bien.

?Son motivadoras sus palabras, Roberto ?me atreví a proferir.

?Hablando de ánimos, de valor... y todo eso, nada mal sería visitar a la "Biblioteca", a manera de predisposición. Vamos, Chicos, y echemos unas copas.

La verdad es que yo nunca había pisado en la "Biblioteca", pero a través de otros amigos tenía información de qué se trataba. Persuadidos por Roberto, fuimos a dicho local. El maestro puso los pies primero; detrás seguimos los aventureros. Nos sentamos a una mesa. Roberto pidió media docena de cervezas, y dijo que eran suficientes para fortalecer los ánimos y estimular los nervios. A mi juicio, aquella taberna y otras existentes eran los focos de perdición de los estudiantes, quienes atrapados por el vicio no hacían sino dañarse así mismos. ¡Qué mal!

Mientras ingerimos aquel líquido espumoso en vasos de cristal, Roberto vociferaba chistes y reíamos todos. Él hacía la conversación bastante pintoresca.

?Bien, muchachos, ahora a cumplir la misión? ?sentenció Roberto después de que la última gota de cerveza expiraba en su garganta.

 
Páginas 1  2  3  (4)  5  6  7  8 
 
 
Consiga Añoranzas relegadas de Javier Núñez en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Añoranzas relegadas de Javier Núñez   Añoranzas relegadas
de Javier Núñez

ediciones Deauno Documenta

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com