https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Bujones y Magdalena" de Antonio Marotta (página 2) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 11 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  (2) 
 


?¿Y entonces? ?volvió a preguntar el Negro Díaz, que seguía el relato con atención.
Bujones, dio una media vuelta, se puso de espalda simulando estar mirando por un espejo, hizo una pausa y continuó.
?Se sacó el sombrero y lo apoyó sobre el mostrador, como si no se avivara que lo iban a limpiar. En ese momento, en el cine se hizo un silencio total, se oían volar las moscas. Yo estaba con mi hermano, el Rafa, que se agarraba con fuerza de los brazos de la butaca. De los nervios que todos teníamos, uno se levantó y gritó: ?¡Avivate, boludo, que te bajan!? Lo hicieron callar. Uno de los tipos, barbudo, se acercó, sacó el chumbo y se lo puso en la cintura. Jack hizo como si le estuviera haciendo cosquillas. El cantinero se apartó, los otros se fueron agrupando en los rincones y solo quedaron Jack y los tres puntos que lo rodeaban. Jack preguntó: ?¿quieren tomar algo?? Los tres se miraron con asombro como preguntándose: ?¿De donde salió este huevón?? El que tenía la jeta de loco subió el revólver hasta la cabeza y dando una pitada a un faso que le colgaba de la boca, le dijo: ?Te via hacer de goma, te via?. Jack se dio vuelta y le zampó un manotazo que hizo que los tres guachos se cayeran de culo. A la velocidad de un rayo le pateó la pistola de la mano del mas turro y sacó con la zurda la suya, apuntándolos: ?¡Se rajan de aquí ya mismo!? En un rincón estaba sentado un tipo, empilchado todo de negro, con camisa blanca, un moñito negro y un fungi blanco. Fumaba un grueso cigarro. Se sonrió, se dirigió a Jack, mientras le indicaba a un gordo que sacara a los tipos que estaban despatarrados por el piso. ?Me gustás, sos valiente, vaquero. ¿Querés laburar para mí?? Jack no le dio bola. Se sentaron a una mesa y empezaron a chamuyar, bien no entendí lo que hablaban. Tenían que salir a afanar vacas y llevarlas, cruzando un río. Ahí la película se hizo medio bodrio. Apareció una rubia, que era la hermana o la mina del de negro, que le echó el ojo a Jack. La película se fue a la mierda, empezaron a hablar de huevadas. Jack se quería bajar a la mina, pero el flaco de negro no lo dejaba. Al final Jack los cagó a tiros, a todos, también al flaco que era el trompa, y se quedó con la mina. Cuando estaba por pegarle un chupón, en la pantalla apareció Fin, y no pudimos ver nada. Estuvo buena. Muy hablada, te ponen unos carteles con letras que no entendés un pomo.
?¿Todavía no sabes leer? ?preguntó el Negro Diaz. ¿Cuántos años tenés?
?Dieciséis. ¡Sí sé! Pero en el cine pasan los carteles muy rápido.
?A mi me pasa lo mismo ?se asoció Márquez.

 
Páginas 1  (2) 
 
 
Consiga Bujones y Magdalena de Antonio Marotta en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Bujones y Magdalena de Antonio Marotta   Bujones y Magdalena
de Antonio Marotta

ediciones deauno.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com