Con la autorización de
alguien a mi lado a quien estoy clavando en el estómago mi codo, trato de
concentrarme ?...ese cielo profundo que muchas tardes había iluminado su desc..?
¡Damas y caballeros me permito molestar su atención para ofrecerlesss
direttamente de la imprenta y como oferta por única vez! Sí, como escucharon,
por ésssta única vez estos especcctaculares fassscículos de ?Aprenda a tejer?.
Aprenda punto crochet, punto arroz, punto y coma y Punta del Essste. ¡Ja, ja! A
solo dosss pesitos, son solamente dosss moneditas señorassss. ¡Ya le
entrego, graciasss!? ¡qué gracioso! ¿Cuántos años darán por matar
vendedores ambulantes? ¿Y si lo empujo debajo del tren y parece un
accidente? Puedo decir que se desestabilizó por el peso de las revistas...
¡Bueh! Ya falta menos
para llegar. Veo que hoy tampoco voy a avanzar con el libro. Estoy cerca de
convertirme en un ambulanticida en potencia si no adelanto algún capítulo.
?... cielo profundo que muchas veces había preten...? ¡Cuando pa?Chile me
vooooy cruzando la Cordillera, latelll corazón conntennto, una chilena
m?espera!? Digo yo, si una chilena te espera ¿por qué no te vas de una vez por
todas y no le hacés perder tiempo? ?Señoras y señores somos dos
compatriotas de ustedes que venimos de Putamarca, un pueblito de treinta y cinco
habitantes, a cuarenta y siete centímetros del nivel del mar, y esperamos hayan
disfrutado de nuestra música que nos ha legado la Pachamama. Vivimos de nuestra
música y de su colaboración. Desde ya muchas gracias por su atención... ¡Calle
angosssta, calle angosta, ladeuná vereda sooola... ?, se fueron para el otro
vagón a los alaridos. Peor que Los Manseros Santiagueños, que ya es mucho.