Aquí, mirando el pavimento húmedo de una mañana de invierno, al
escritor se le humedecieron los ojos pensando en partir. Allí, mañanas y tardes,
días fríos o días cálidos, se han ido escribiendo líneas y líneas que se
acumulan en coloridos e infantiles cuadernos.
Aquí
y sobre estas mesas de madera con cubierta de melamina blanca se han ido
tejiendo proyectos, se han esclarecido algunos sueños y he pasado o masticado
algunas penas.
Aquí
se escribió este prologo y muchos de los cuentos que leerás.
Pasa, tómate un café. Un cuento y un café.