Para nosotros no se trata simplemente de un film
futurista más entre muchos otros, ni tampoco de un largometraje con increíbles
efectos especiales para la época. Sino que en él, encontramos una atractiva
historia lo suficientemente compleja como válida para un análisis posterior,
cargada de referencias que tienen que ver con la mitología clásica griega y
germana, con los relatos bíblicos y con toda una simbología que recuerda al
medioevo, a sus tradiciones, batallas y personajes. Por otro lado aparece la
idea constante de una vuelta al mundo espiritual -un tema original para una
película de ficción futurista de esa época-, en donde sus principales
protagonistas, los Jedis, basan sus vidas en la importancia que le asignan a los
valores y a su fe interior.
Además surgen otras problemáticas contextuales.
Las desigualdades son parte de este universo de ficción en donde conviven mundos
opuestos: unos muy avanzados tecnológicamente y otros inmersos en realidades
sumamente primitivas. Así, en este futuro existen ciertas comunidades galácticas
interconectadas que utilizan tecnologías complejas aplicadas al transporte, las
comunicaciones y la vida diaria, pero en donde el exterior es vivido como
marginalidad -el tercer mundo galáctico- y por tanto como zona de peligro. La
desigualdad se rebela y acecha mortalmente en los confines del mundo
civilizado.
En definitiva, intentamos aportar un trabajo de
perfil ensayístico nacido de nuestra avidez por interpretar los contenidos en
los medios masivos. Sin duda alguna nuestro paso por la carrera de Ciencias de
la Comunicación nos ha dejado un interés especial por el estudio y el análisis
de lo producido en materia de medios audiovisuales, y La Guerra de las
Galaxias, pudo ser naturalmente una excelente excusa para concretar nuestra
opera prima.
Los estudios sobre mitologías, la semiótica, la
filosofía y los análisis cinematográficos han sido evidentemente disparadores de
nuestra propuesta. Si bien nuestra intención es exponer una serie de relaciones
y de ideas que puedan tener referencias a determinados autores y teorías, no por
ello nos apegaremos estrictamente a ninguno de ellos. De esta manera como dijo
el pensador Roland Barthes, nos permitiremos navegar entre la objetividad del
intelectual y la subjetividad del escritor sin que un estilo condicione al
otro.
A partir de ahora los invitamos a sumergirnos en
los mundos fantásticos ideados por el genio imaginativo de George Lucas y a
debatir junto a nosotros el complejo universo de las
interpretaciones.