Siglos más tarde, en el curso hacia su tercera visita, los
científicos de la nueva nave exploradora, descubrieron que en una inevitable trayectoria de colisión con el planeta Tierra,
venia un monstruoso asteroide cuyas medidas superaban los veinte kilómetros.
Según los científicos estelares, ese cataclísmico choque generaría
una serie de catastróficas consecuencias, con riesgo para toda la
vida planetaria.
Tras exhaustivos estudios y cálculos matemáticos, llegaron a la
conclusión de que esa montaña errante caería sobre las aguas oceánicas,
atenuando de alguna forma, sus dañinos efectos.
Aún había tiempo para alertar a muchos pueblos, ya capacitados
para buscar su salvación. Las dos mayores y evolucionada agrupaciones humanas,
estaban en dos inmensas islas, casi continentes, en lo que hoy es el océano
Atlántico. Una de ellas la legendaria "Atlántida" y más hacia el Norte, separada
por un gran brazo oceánico, estaba la mítica "Hiperbórea", en el extremo sur de
otro gigantesco continente isla. La actual Groenlandia.
Con la misión de alertar a esos pueblos, se desembarcaron grupos
de científicos; pero los ensoberbecidos atlantes, al verles, hombres idénticos a
ellos, no quisieron creerles, ni aceptaron sus consejos de evacuar y emigrar en
busca de los más altos lugares del planeta.
Muy distinta fue la reacción de los hiperbóreos; este pueblo,
había desarrollado su intelecto, en el sentido de las ciencias humanísticas. La
filosofía, la lógica, la moral, etc. fueron frutos de su analítica sapiencia,
ellos desarrollaron las primeras bases para las futuras democracias. Conceptos
políticos-filosóficos, más tarde renacidos en la antigua Grecia.
Aquellos hiperbóreos ya se regían por este moderno sistema de
mandatos otorgados por el pueblo y para regir al pueblo. Ellos, conservando su
soberanía, elegían a sus gobernantes zonales entre los jefes de las mejores y
más organizadas familias; los elegidos pasaban a ser reyes, pero sus cargos
duraban sólo hasta cuando el pueblo lo decidiera.
Este tranquilo y culto grupo humano, debido a que estaba rodeado
por mares, no se había hibridizados con otros pueblos distintos o de inferior
desarrollo intelectual.
A sí mismos, ellos se llamaban, Arios.