Quince minutos más tarde, se escuchó el aviso del inmediato salto
hiperespacial; cuando este se produjo, como una nave fantasma, la "Galaxis"
apareció a corta distancia del crucero comercial, que ya bastante dañado, aún
luchaba con los precarios medios que todavía le quedaban.
Los recién llegados desplegaron veinte navecillas de combate, las
que con sus temibles rayos térmicos, comenzaron a equilibrar la lucha, pero esta
situación duró poco, igual que lo hiciera la "Galaxis" llegada desde la estrella
Sol, una nueva y desconocida nave apareció en el espacio donde se estaba
librando la contienda.
La situación volvió a revertirse. Ahora la Galaxis recibió cuatro
impactos de misiles, con los consecuentes daños y heridos.
Agni, junto a los demás médicos y el personal sanitario, se
esforzaban para no perder a ningún herido.
Las naves de la Federación la estaban
pasando bastante mal; en medio de las luminosas explosiones se escuchó en el
puente de mando: -"Miren, llegó el Orión, estamos salvados". Uno de los mayores
cruceros estelares de batalla, con sus impresionantes dimensiones que superaban
los tres mil metros de eslora, había aparecido en la gran pantalla.
La inmensa nave, con su sola presencia amedrentó a los atacantes,
obligándoles a retirarse. Aún así desde la gran nave de batalla, como avispas
abandonando su panal, salieron al espacio no menos de cien navecillas de
combate, las que en formación envolvente protegieron a las dos naves ya bastante
deterioradas.
Más tarde, siempre custodiadas por la poderosa "Orión", ambas
naves recalaron en la base naval de Asgard, donde serian reparadas y su personal
desembarcado.
Agni recibió su franco por el tiempo que durara la reparación de
la nave. Mientras esperaba solicitó autorización para, por medio de los nuevos
equipos "electrotelepáticos", comunicarse con una persona del planeta Tierra. Lo
intentó varias veces pero Yania no respondía.
Entonces, ya resignado, se dispuso a esperar la convocatoria para
reasumir el servicio en la "Galaxis", pero el tiempo requerido para las
reparaciones fue mayor que el programado. Diez meses más tarde, la nave del
M.C.D., ya reparada, se dirigió al rescate de su personal varado en la
Tierra.