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Capítulo II
Los buenos tratos



“El viejo se halla siempre
a tiempo de aprender”
Esquilo


Además de los conceptos ya vertidos sobre la significación de la palabra trato, también podemos entenderlo como la forma de comunicarse o de establecer un vínculo con otra persona o con un grupo de personas.
La noción de buen trato está vinculada al tipo de trato que se considera ético o correcto desde el punto de vista moral. Si existe un buen trato (aprobado y aplaudido), hay otro trato que puede ser condenado: el maltrato.
El buen trato a nivel familiar se logra cuando la persona brinda el espacio y el tiempo para relacionarse con sus hijos o su pareja, con alegría y dispuesta a descubrir las necesidades del otro.
A nivel laboral o social en general, el buen trato aparece vinculado al respeto y la solidaridad. El uso de expresiones como “por favor” o “gracias” forma parte del buen trato.
El buen trato, de todas formas, no sólo se expresa a través de palabras, sino que también puede advertirse en el contacto físico, un beso, un apretón de manos, un abrazo; o en actitudes como prestar atención cuando habla otra persona, dejar pasar a un adulto mayor, recoger un objeto que se le cayó a un anciano y devolvérselo.
La ciencia del comportamiento humano, las relaciones humanas, y la verdadera educación consiste, en preparar y formar a la persona para lograr cada vez un mayor grado de madurez emocional y control de sí mismo, puesto que, el único medio para que pueda tener las capacidades requeridas para adaptarse libre y espontáneamente a la vida, es aprendiendo a respetar a controlar y distinguir su conducta.
El buen trato se aprende en el hogar en donde el rol de los padres debe ser como los buenos jefes que se ganan el cariño de sus subordinados por medio del buen trato. Pero sus hijos, a su vez deben ganarse la benevolencia de sus padres.
En efecto, a veces sucede que, los hijos pretenden decir la última palabra en el hogar, las buenas maneras no se les suben a la cabeza. El resultado suele ser que los padres cambian de actitud y se pueden volver severos.
En la armonía del hogar juega un papel muy importante el buen trato de los unos para los otros. No nos arrepentiremos nunca si a tiempo sabemos frenar nuestros instintos violentos y usamos las buenas maneras con todos. Se irá ganando la simpatía de todos, el respeto y la amistad. Sin ser autoritarios ni pretender autoridad, se los escucha con atención cuando hablan, y se sigue con atención lo que dicen.
Si por el contrario, somos toscos en modales y vulgares en el lenguaje, la gente nos desprecia y nos vuelve la espalda. Nos aíslan, a lo mejor somos nosotros lo que nos buscamos ese aislamiento. Nunca estaremos bien ni en el hogar, ni en el trabajo.
Existen muchas personas que tienen un carácter ofensivo, sin que quizás se den cuenta de ello, y con gran desencanto ven como ninguna persona entabla amistades duraderas con ellas; por esto, a cada uno le corresponde investigar y darse cuenta que concepto se forma la gente de ellos y pide ayuda a sus amigos de más confianza sin olvidar que es más fácil notar un vicio que reconocer una virtud.
¿Cuándo empezar con esta nueva gerocultura?, ahora es la respuesta, comenzar con inculcar a nuestros hijos y a nuestros pequeños un gran cariño y respeto por las personas mayores, bien sea sus abuelos, bien sean vecinos o conocidos mayores.
En muchas de las sociedades desarrolladas se han pedido muchos de los valores tradicionales y esto hace que cada vez más las personas mayores sean marginadas e incluso, ignoradas, daño a entender su aparente inutilidad para una sociedad movida solamente por los apuros, el estrés y los valores materiales.
Una persona puede aportar experiencia, formación y cultura a los más pequeños. El cariño y el respeto suele tener un efecto especial; si no lo damos y enseñamos, es difícil que lo obtengamos en un futuro.
Algunos de los puntos clave para educar a los más pequeños de la casa pueden ser válidos no solo para el trato con las personas mayores, sino para el trato con cualquier otra persona.

 
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Buen trato a los adultos mayores: Desde una perspectiva gerontológica de Rubén Armando Castro Toschi   Buen trato a los adultos mayores: Desde una perspectiva gerontológica
de Rubén Armando Castro Toschi

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