Considerando todos estos aspectos, se lograron progresos
significativos en la calidad de atención brindada a la población, disminuyendo
de manera abrupta los errores de diagnóstico, las internaciones innecesarias,
recurrentes o prolongadas, persiguiendo el objetivo de elevar el perfil
profesional de todo el personal, como así también, la imagen del Hospital frente
a la comunidad.
Cabe destacar que en ese momento la coyuntura del país se veía
signada por rasgos de creciente inflación, lo cual hacía que los proyectos de
mejora debieran ser ejecutados con total celeridad, pues de lo contrario, los
fondos destinados para ellos, se desvanecían imposibilitando su realización.
A pesar de los innumerables obstáculos que se presentaron, la
obra cobró sentido gracias al esfuerzo, voluntad y aportes de todos aquellos que
prestaron su colaboración, subrayando la actuación del personal estable.
Debo destacar la actuación del Dr. Profesor Cristian De la
Fare, quien colaboró en la reorganización del Servicio de Tocoginecología y
Partos, del cual se hizo cargo, pudiéndose así efectuar todo tipo de
intervenciones ginecológicas simples y complejas. Su formación provenía del
Hospital Rawson, donde había sido discípulo de dos notorios maestros como lo
fueron los hermanos Finochietto. Otro de los colaboradores destacados fue el Dr.
Francisco Drago, con quien se inauguró el Servicio de Electroencefalografía, que
el Hospital no poseía hasta ese momento.
En la Segunda parte de esta obra se exponen, en forma
sintética, la actualización de algunos temas que considero de vital importancia
para la exitosa gestión del novel Director, así como también algunas
herramientas de gestión útiles para el diagnóstico de situación de toda Empresa
de Salud.
Es mi deseo que estas páginas sirvan para orientar a quienes persigan el
noble fin de brindar servicio y asistencia a los padecen enfermedades y, al
mismo tiempo, alcanzar un balance económico no deficitario o "positivo" que
permita y asegure la supremacía del Hospital Público.