En cuanto a las contradicciones entre sus miembros, manifiestan
que la masonería ayuda a crear las condiciones generales para los cambios
culturales y sociales. En esos principios, sostienen, todos están de acuerdo y
dejan a los partidos políticos, organizaciones populares, iglesias, movimientos
sociales o grupos de interés -en los que tienen absoluta libertad de
participación- la resolución de las cuestiones y conflictos particulares.
Resulta anecdótico debatir si los carbonarios, los "iluminados"
alemanes, la "Logia de los Caballeros Racionales" o la "Logia Lautaro" -a la que
pertenecieron José de San Martín y la mayoría de los próceres de la
Independencia-, la Tríada o la Sociedad del Loto Blanco chinas, tuvieron
filiación masónica. Utilizaron la cobertura de las sociedades secretas y sus
miembros fueron francmasones. El español Augusto Barcia Trelles y escritores
revisionistas conservadores como Enrique de Gandia han probado suficientemente
la filiación masónica y la actuación de las logias operativas en el proceso
independentista, las cuales trabajaron utilizando las contradicciones entre las
potencias colonialistas de la época (especialmente Gran Bretaña vs. España y en
menor medida ante la intervención de Francia y Portugal).
De Gandia pulverizó los esfuerzos desesperados de la corriente
del Instituto Nacional Sanmartiniano que niega carácter masónico a San Martín y
la Logia Lautaro. En su obra La Independencia de América y las sociedades
secretas (Santa Fe, 1994) disipó todas las dudas y descolocó a sus
historiadores, el coronel Leopoldo Ornstein y Juan Ignacio Cuccorese.
En otro orden, hay que diferenciar entre masonería y
seudoespiritualismos. Como demostró el pensador y místico francés René Guénon,
en el estudio de las llamadas sociedades herméticas, debe diferenciarse la
francmasonería de los charlatanismos (New Age, teosofismo, magia, espiritismo,
sectas destructivas). En sus libros, este francés islamizado, que perteneció a
lo largo de toda su vida a la masonería, explicó que tanto el catolicismo como
la masonería contienen tradiciones que denomina "primordiales" (o filosofía
perenne), y esas culturas se relacionan, también, con el gnosticismo, la cábala
hebrea y judeocristiana medieval, el sufi musulmán, el budismo zen y el taoísmo,
entre otros (ver Guénon, René: Études sur la francmaçonnerie et le
compagnonnage; Comptes rendus; Formas tradicionales y ciclos
cósmicos; Aproximación a la iniciación y La Gran Tríada). En
el libro volveré a tratar el tema de Guénon y el guenonismo.