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Consideró que tal vez una salida sería tomar contacto con la Embajada de Francia en el país. Tuvo éxito. Logró que la atendieran y que le dieran la oportunidad de explicar el motivo de su llamada. La invitaron a que concurriera a la tarde siguiente al Consulado y que pidiera hablar con Madame Ferguson, que ella la estaría aguardando.
Madame Ferguson era una mujer atildada, de trato distante. La invitó a conversar. Le habló en francés. Camila, de acuerdo con las leyes de ese país, era francesa, por derecho de sangre. Repitió lo que le estaba pasando, e hizo hincapié que lo que buscaba era ayuda, asesoramiento, en conocimiento de que el Chad había sido una colonia francesa.
La funcionaria le dijo que, durante esa mañana, se había interiorizado de la situación en el país africano. Le contó que desde octubre de 2007 se había puesto en funcionamiento lo que ellos denominaban una "célula de crisis", cuyo objetivo era seguir las consecuencias humanitarias de la operación montada en el Chad por una ONG denominada Arca de Noé. Esta organización tenía como propósito brindar ayuda a un millar de niños de la región del Darfur, condenados a la muerte como consecuencia de los enfrentamientos bélicos que allí se desarrollaban y, principalmente, al hambre.
Le aclaró que el Gobierno francés, a través de su Canciller, había conversado telefónicamente con el Presidente de ese país, Déby, a quien le había trasladado su solidaridad con los niños incluidos en la operación, al igual que con la población y otras autoridades. El Canciller le había hecho saber de su inquietud por la situación de las personas detenidas y, por otra parte, había solicitado la autorización para que un miembro de la Agrupación pudiera desplazarse por el Chad. El informe que había recogido hablaba de que el Embajador de Francia en N’Djamena estaba preocupado por la situación sanitaria y también psicológica de más de cien niños que iban a ser trasladados a Francia. El gobierno del Chad consideraba que se pretendía enviar a esos niños, cual si fueran conejitos de indias, para venderlos en Europa, y que su traslado era completamente ilegal. Se establecieron contactos con las autoridades chadianas y se dio participación al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y a la Unicef.
Finalmente le dijo que la "célula de crisis" mantenía un contacto permanente con el Embajador de Francia, quien había acudido, días atrás, a Abéché para garantizar la protección consular de los ciudadanos franceses que fueron detenidos como consecuencia de este asunto. En octubre de 2007, habían sido detenidos representantes de la ONG, periodistas franceses que cubrían la evacuación y la tripulación española de una compañía aérea. Estuvieron en cautiverio y recién fueron liberados en un avión enviado por el Presidente de Francia, quien se había ocupado personalmente del tema.
Tenía conocimiento de que, desgraciadamente, una corresponsal francesa de Le Monde, Mademoiselle Nicole Vignau, miembro activo del grupo Oxfam, había desaparecido luego de un ataque de insurgentes y se desconocía cual había sido su suerte.
–Es todo lo que puedo decirte. Sé que con ello no te aporto demasiado a lo que estás buscando, pero me he permitido hacerte este relato para ponerte en conocimiento de la grave situación por la que está atravesando ese país.
–Sí. Lo sé. Estoy buscando una forma de poder comunicarme con un ingeniero, mi amigo, que hace un mes viajó a ese país.
–No es de extrañar que no puedas hacerlo. Es posible que las comunicaciones con el exterior estén bloqueadas. La propia población vive en total desconocimiento de lo que ocurre internamente, dado que todos los medios de comunicación están controlados por el Estado. Seguro que el uso de Internet se encuentre restringido y que los correos que se reciben y que se emiten desde allí sean rechazados cuando se tenga la más mínima duda de su origen. No es por su contenido sino por la procedencia del correo. Para mayor claridad: si utilizas un Hotmail, o un Yahoo, inmediatamente el spam del servidor lo rechaza.
Camila la miraba azorada y, tímidamente, preguntó:
–¿Qué me aconseja hacer?
–Te recomiendo que te hagas de paciencia. Seguramente él estará tan preocupado como tú lo estás para comunicarse. Aguarda unos días, siempre se halla una vía. Pero desde aquí, todo lo que intentes es absolutamente superfluo –contemplaba el sombrío rostro de Camila y le preguntó– ¿Es tu novio?
–Si…
–Entiendo. ¿Él también es francés?
–No.
–Te propongo que me envíes sus datos personales, dónde se aloja en el Chad, la empresa para la cual trabaja. Esa información se la remitiré a la Embajada de Francia en el Chad para ponerlos en conocimiento de que… ¿No te molesta que diga que es tu esposo? Sería más consistente que estuviera pidiendo asistencia para el esposo de una francesa.
–No tengo inconvenientes.
–Te mantendré al tanto. No dudes en llamarme.

 
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de Antonio Marotta

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