Los
exámenes de "selectividad", que pretenderían, por su mismo
nombre, una selección eficaz de los intelectualmente aptos e intrínsecamente
motivados, solo ha venido sirviendo para desalentar a unos pocos (que
evidentemente no estaban motivados por una genuina motivación intelectual),
aunque no a otros, social o familiarmente coaccionados o movilizados
confusamente por el slogan ideo-operativo de "llegar a ser alguien
en la vida". La mayoría de los restantes quedan frustrados y
existencialmente desorientados por tener que conformarse, en virtud del
numerus clausus, con unos estudios que no corresponden a su aspiración
inicial o a su auténtica vocación. El resultado se constata en unas aulas
amorfas, repletas de una masa indolente, frustrada, desmotivada y desorientada,
cuya única aspiración es la de "ir pasando" sucesivos exámenes, de
materias cada vez más fraccionadas, para que puedan medio abarcarse en los pocos
días que le dedican al estudio de "los folios" que las
totalizan. Profesores que dictan apuntes, "dictadores",
como antes de que existieran las fotocopias y las imprentas, han
sustituido al "Maestro universitario", que piensa, enseña a pensar, a razonar y
argumentar, al mismo tiempo que inspira, trasmite, ilusiona, abre horizontes
mentales., en lugar de limitarse a repetir o a dictar, como es usual en las
clases universitarias de hoy en día, lo que ya está en los manuales o lo que se
podría
repartir,
con economía de tiempo, de esfuerzo y de errores, en folios
multicopiados.
Día 24 de febrero
A
propósito de lo que estuve comentando ayer, he buscado una definición sobre lo
que se entiende por "ser intelectual":
"El Intelectual es aquel que escribiendo, manifestándose o
enseñando, testimonia una lúcida posición cuestionadora frente a la situación
histórica que vive la sociedad"
Reconozco
que hoy lo intelectual no está de moda, ensombrecido por la gigantesca
sobrevaloración de lo científico. Pero pienso que el científico, si no
es también un intelectual o está asesorado por intelectuales, no dejará de ser
un contable, con toda la dignidad que esta función merece, y con toda la necesidad y la utilidad
práctica que reporta. El intelectual se mueve en otra órbita no materializable:
la del pensamiento intangible, que inspira todo el sentido de la existencia,
incluso el que reporta las contabilizadas adquisiciones científicas y
tecnológicas. Como le leí a alguien, lo científico viene a ser sustituir el
pensamiento por el cálculo estadístico de datos
Hemos
estado en el cine viendo "París, j'aime". Esperaba encontrarme con el París de
mis recuerdos y de mis largas experiencias, y volvemos, Julia y yo, totalmente
decepcionados.