V:
Evidentemente, el que no sabe nada sos vos, porque no entendés, no sabés qué
decirme, etc., etc., etc., ¡qué estupidez!: ¿a quién se lo va a decir primero?;
a él, ¿a quién si no?..., se lo va a decir a.....
S: ¡Callate!; no
lo sabemos ni nos corresponde imaginarlo.
V: ¡Mirá!, yo no
me callo, ni me lo imagino porque lo sé, y te lo digo con todas las letras: se
lo va a decir a PAPÁ, a PAPÁ. ¿Entendiste?
S: (Totalmente
enmudecido).
V: ¿Y
sabihondo?: ...estás pensando..., sabés que tengo razón, ¿o no?
S: Esperemos...,
esperemos...
V: ¡Se
enteró!..., ¡qué ternura que siento Santi!..., ¡sentí cómo le late de fuerte y
qué ruido hace el corazón!