-¡Hechos y casos! -protestó Balbes. -¡Son demasiado tristes para que los recordemos!...
-No tenernos necesidad de profanar nuestros más caros recuerdos personales. Analizaremos hechos y casos indiferentes. Por de pronto, yo he resuelto el problema con la afirmativa. En general, pienso que la mujer es menos altruista que el hombre... ¿Y ustedes?
El médico contestó sin vacilar:
-Yo pienso que excepcional y accidentalmente, la mujer es más capaz que el hombre de extremas refinamientos de crueldad.
Como obligado y contra sus deseos balbuceó:
-Yo no me atrevo a decir todavía lo que pienso...
-Pues veamos los casos de nuestros respectivos conocimientos... -dijo Fantus con su «entrain»habitual.
-Cuente usted rimero el que mejor le parezca -observó Murriondo. -Después hablará Balbes... Y yo seré el último en hablar.
Convínose así el orden de la palabra. Sucesivamente narrarían sus historias Fantus, Balbes y Murriondo... Y Balbes, antes de iniciar la incursión en la psicología femenina como para tomar alientos, llamó al mozo y le pidió una botella de champaña «extra dry», bien «frappée»...