-"Bien sabido que lo tengo. Nada más llego a la
puerta para dejar allí a la niña, y que entre sola. Ahora que va a
gozar, ya no me necesita. Lo único que pido es que me den un lugarcito en
el Purgatorio, con ventana para el cielo; que de ese modo podré verla
desde allí."
San Pedro conferenció con el Señor, que dio su
venia, y la madre se despidió de Pasionaria.
-"Madrecita, si tú no entras yo me voy
contigo."
-"Calla, niña, que nada más voy por tu padre
y vuelvo pronto."
-"¡Pronto, sí! Todavía la está
esperando Pasionaria.
La pobre madre está en el Purgatorio, muy contenta
viendo con el rabo del ojo a Pasionaria, que juega con los ángeles todo
el día. Dios dice que, cuando llegue el juicio final, se acabará
el Purgatorio, y que entonces se salvará la buena madre. ¡Dios
mío! ;Cuándo se acaba el mundo para que no estén ausentes
esas pobres almas?...