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9.7.2.2. Las categorías de Aristóteles son consideraciones cognoscitivas hechas por una persona que quiere hacer ciencia, no filosofía, que entonces imperaba. Aristóteles crea sus categorías partiendo del hecho de que las cosas son y de que todo lo que es ha de tener un soporte que le haga ser. De esta manera concibe la substancia como el sustrato de todo lo que es. No contento con este soporte concibe las demás categorías, el cuál, el cuánto, el relativo a, el dónde, el cuándo, el estar dispuesto, el estar en estado (el tener), el estar vestido o calzado, el hacer y el padecer, de forma objetiva, como si en realidad existieran por sí mismas como algo objetivo, olvidándose de (o fundándose en) que estas últimas categorías dicen de algo que está en otra cosa. 9.7.2.3. Ya hemos visto que Aristóteles, al aceptar las cosas con existencia en sí y por sí, sólo hace un estudio de las cosas que son en cuanto que son susceptibles de predicación. Es decir, puesto que las cosas son en sí, tanto si existen en sí mismas como si se dan en otra cosa, tanto si nos las acreditan los sentidos como si son las que dice la gente, las cosas se pueden describir en lo que son. Es decir, las cosas son individuales y objetivas, en cualquier caso. Si las cosas son objetivas se puede hacer una predicación también objetiva sobre las mismas. De esta manera concibe la mayor parte de sus categorías (todas excepto la substancia) como consideraciones cognoscitivas que saca de las cosas reales, que son objetivas. Esto nos explica la razón de ser de la cantidad, la cualidad, el lugar y el tiempo, etc. La cantidad, por ejemplo, sólo es posible si concebimos las cosas como extensas, es decir, si identificamos el ser de la cosa con el ser de la materia. La cualidad, el ser tal o cual, se da cuando se concibe lo real y se le aplica a eso que ha sido concebido la propiedad del ser substante, el ser uno. Cuando decimos que una cosa es tal, es que hemos aplicado a lo que es la singularidad absoluta que lleva en sí el ser uno e indiviso. De la misma manera, un ser que es se puede relacionar con otro que también es. Como todo lo que existe es ser y objetivo, la relación que establezcamos entre dos seres objetivos será también objetiva, es decir, será también ser y, por tanto, se podrá predicar de ella. Por otro lado, si una cosa es, es objetiva y es de por sí, tiene que ocupar un sitio, un donde, en relación a las demás; y tiene que darse en un tiempo, etc.
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