-Para que aprendas a tratar con la gente y a ser hombre...
Villalba, recíbale las latas al tipo este, páguele y que no vuelva a verlo ni
pintado.
Luego, a los otros:
-Si alguno de vds. tuviera algo que observar, puede ir abriendo
la boca; por la puerta caben todos.
El viento entró en remolino. En medio de la densa nube
de tierra que arrastraba, se oyó el ruido repicado de las tijeras hundiéndose
entre la lana, sonando como cuerdas tirantes de violín.