¡Juan!
¡Juan!, tráeme el té, que son las cinco ¿Compraste facturas?, si vas a salir
no te olvides de las pilas para el control del televisor, que no puedo cambiar y
a las seis empieza la novela, que esta re linda: hoy Fernando Andrés le va a
decir a Mariana que la ama.
¡Ay, las novelas! Novelas eran las de antes: "Un Mundo de Veinte Asientos",
"Rolando Rivas" y las de Andrea del Boca, esas sí, que te hacían llorar y eran
para toda la familia, en cambio, las de ahora tienen puro sexo.
¡Juan! Hacé hervir el agua y después agrégale un poquito de agua fría, sabes
que no me gusta muy caliente pero tampoco frío. Si no podés hacer el té, llamá a
Carmen que venga a tomar mate, así me cuenta algún chisme del barrio. No tardes
mucho en llamarla, sabes que se tiene que ir temprano, porque Cacho llega a las
nueve y quiere cenar.
¡Cómo trabaja Cacho! Trabaja como un burro, todo el día y no le alcanza la
plata y Carmen se la pasa cociendo para afuera ¡Con tantos chicos! Ella quería
tener una nena y tuvieron cinco varones.
¡Juan! ¿Te fuiste, que no me contestás? Seguro que te fuiste al club a jugar
a las cartas.
¡Si me pudiera levantar..! Cuando yo estaba bien, andaba por todos lados, iba
y venía, manejaba el auto, iba al supermercado nunca faltaba nada, ahora que vos
haces las compras, siempre te olvidas de algo. Claro si ahora no puedo ni
bajarme de la cama.
Ya vas a ver cuando venga Rocío, le voy a contar que me dejas sola, ella es
la única que se acuerda de nosotros, porque Mario nunca tiene tiempo de llamar y
Juan Cruz que vive cruzando la plaza nunca viene, porque Norma no lo deja, dice
que yo le lleno la cabeza. Ella es una abandonada, no plancha nunca, no le gusta
cocinar. ¡Estas mujeres modernas! Mi mamá crió cinco hijos en el campo, no había
lavarropas, ni tantas cosas como ahora y además ordeñaba, hacía quinta y nos
confeccionaba la ropa.
¡Mi Rocío! Me dijo que mañana viene.
¡Juan! Al final no me trajiste el té, ¡por lo menos tráeme de cenar!
¿Estás enojado? Escucho el televisor. ¡Seguro estás mirando una película! Por
eso no me oís.
¡Juan! Bueno, no me traigas nada, me como unas galletitas que tengo acá, y
tomo un poco de gaseosa, pero ya vas a ver mañana cuando venga Rocío.
-¡Juan! Apaga las luces cuando te vayas a dormir, después te quejas, cuando
llega la factura de luz, encima cada vez aumenta más ¡se creen que uno es
millonario!
¡Y este control que no anda! Me voy a perder mi programa, al final no me
compraste las pilas, bueno lo programo para que se apague y me
duermo.