No sabemos quién eres.
Y a ti más parecido
¿qué habrá? De la irisada nube no fluyen
nunca
gotas tan radiantes,
como de tu presencia nos llueven melodías.
Así un poeta oculto
en luz de pensamientos,
que entona sus canciones,
hasta sentir el mundo
temores y esperanzas que no advirtiera nunca.
Así una alta doncella
en torre de un palacio,
que alivia pesadumbres
de amor secretamente, con música tan dulce
como el amor, fluyendo de su estancia.