Desde muy joven sentí una gran pasión por la poesía. Cada poema
me elevaba a un mundo imaginario que me transformaba por completo, elevándome al
infinito. Algo que se apoderaba de mí, algo más fuerte que yo.
Ese mundo que yo denominé "el mundo de la poesía", donde acaba
el odio, la maldad, el rencor y donde nace la armonía, el amor, la ternura, la
comprensión, el cariño, la dulzura. En ese contexto se inicia mi mundo
poético.
Mi primer poema, El viaje (19 de marzo de 1988), está
dedicado a una mujer a la que amé mucho; pero por causas del destino nunca logré
el amor de esa mujer. Seguí escribiendo y puede decirse que ése fue el año
"mozo" de mis escritos, siendo para mí el año más significativo a lo largo de mi
vida poética. Ese mismo año escribo A mi pequeña y El regreso de
baitoa (segunda parte de El viaje), entre otras.
En 1989 escribo El estudiante y otras poesías dedicadas
que no conservo. En 1990 escribo La flor, Recuerdos y María
Virgen. Continúo mi vida poética en 1991 con un acróstico dedicado a mi
dulce madre siendo titulado, como su nombre indica, Madre.
Seguí mi trayectoria en 1992 con un poema de título Tus
labios rojos, unos de mis favoritos. Hasta la fecha cuento con un libro sin
publicar con mis 100 primeros pensamientos y un segundo libro ya en curso que
contendrá 50 poemas.
Gracias a las personas que gustan de mis poemas, en especial a
la persona a quien va dedicado este libro.