Nació en Toledo el 4 de octubre de 1607. Se trasladó con su familia a Madrid
cuando sólo tenía tres años, y allí residió toda su vida. Aprendió las primeras
letras de Pedro Díaz Morente, paisano suyo y célebre calígrafo. Parece que
estudió humanidades en la Universidad de Toledo, y continuó su instrucción en
Salamanca y Alcalá, aunque no hay documentos que lo prueben. Sin embargo su
conocimiento de la vida estudiantil y la noticia de que fue vestido de
estudiante hasta 1636, nos da pie para tal afirmación.
En 1631 lo encontramos ya en la Corte, participando activamente en la vida
literaria. Sus primeros versos los escribió para un volumen en honor de Felipe
IV en el que participaron 89 poetas.
Compuso obras drámaticas en colaboración con autores de la fama de Calderón
de la Barca, Antonio Coello, Vélez de Guevara, Juan Pérez de Montalbán, etc. En
la temporada teatral 1633-1634 estrenó en los corrales de comedias madrileños, y
muy pronto se convirtió en uno de los dramaturgos preferidos de los monarcas. En
1633, con la representación en el Pardo de su comedia "Persiles y Segismunda",
compuesta sobre la novela de Cervantes, comenzó la época más fructífera de Rojas
Zorrilla, que desde ese momento resultó imprescindible en las fiestas y
diversiones reales. Sólo entre 1635 y 1636 se representaron ante Felipe IV y
Doña Isabel de Borbón más de 12 obras compuestas en parte o en su totalidad por
el dramaturgo toledano.
Durante el año 1637, se celebraron el palacio numerosos festejos para honrar
la estancia en Madrid de María de Borbón, esposa del Príncipe de Saboya, y la
coronación de Fernando III, cuñado del Rey, como Emperador. En ambas ocasiones
se representaron en palacio obras de Zorrilla: "Donde hay agravios no hay
celos", "El más impropio verdugo", "El robo de las Sabinas".
En 1640 fue un buen año para el dramaturgo, que publicó la Primera Parte de
sus comedias, en la que reunió 12 obras; también tuvo el honor de inaugurar el
Coliseo del Buen Retiro (4 de febrero de 1640) con su comedia "Los Bandos de
Verona".
En su vida privada fue un hombre alegre y desenvuelto. Tuvo una hija
ilegítima con María de Escobedo, esposa de un actor que casualmente era su
homónimo, y que se llamó Francisca de Bezón, apodada "La Bezona", famosa actriz
en su época.
En 1641 se casó con Doña Catalina Yáñez Trillo de Figueroa, de una
distinguida familia de Guadalajara; con ella tuvo un hijo, Antonio Juan de
Rojas, que llegó a ser Oidor de la Audiencia de Méjico.
Le fue concedido el hábito de la Orden de Santiago, tras solucionar algunos
problemas en relación con la limpieza de sangre.
En 1645 publicó la Segunda Parte de sus comedias, que incluía otras 12
obras.
Con la prohibición de las representaciones teatrales por la muerte de la
Reina (1644), y la del heredero Baltasar Carlos (1646), le perdemos la pista a
Francisco Rojas Zorrilla, que desapareció de la escena literaria al mismo tiempo
que acabó la vida teatral en Madrid.
Murió el 23 de enero de 1646, en Madrid; tenía 40 años.
Destaca por su
visión personal del tema del honor, que tanta importancia tiene en el teatro
clásico español, y por el comportamiento de las heroínas de sus dramas, mujeres
que saltan por encima de los convencionalismos sociales y se muestran decididas
y capaces, como en "Cada cual lo que le toca", en la que una mujer adúltera mata
a su seductor, y es perdonada por su marido.
Aunque sus tragedias no
llegan a alcanzar el dramatismo de las de Lope, sí escribe algunas obras cumbres
de nuestro teatro, como "Labrador más honrado García del Castañar". Donde Rojas
se muestra como un auténtico maestro es en las comedias, que destacan por la
creación de situaciones y personajes de gran comicidad, como en "Entre bobos
anda el juego".