No hay angustia
peor para un argentino que la caída de su cabello. Si de problemas y de
angustias se trata, no se puede dejar de lado la situación que vive Alberto, un
tipo desbordado por su timidez, que le impide la conquista de una mujer.
Distinto es el caso de Manuel, quién sufre el asedio de un grupo de mujeres por
el simple hecho de tocar el piano. Y para hablar de mujeres, el lugar por
excelencia es el bar. Allí, el machismo, la mentira, la vanidad, la inmoralidad
y la soberbia no pasan inadvertidas y constituyen los "jugosos ingredientes" de
una charla de café, toda una costumbre argentina, al igual que el fútbol. Por
cierto, no hay nada más emocionante para un argentino que entrar a un bar y ver
un partido de fútbol por la tele. Si de fútbol se habla, los argentinos somos
capaces de cualquier cosa por conseguir la victoria de nuestro equipo
favorito.
Entre anécdotas,
charlas de café, problemas, personas y personajes, este libro nos muestra
historias quizás triviales, que cambian su color, por la forma en que están
contadas.
Sobremesa Argentina y otros cuentos, abre una
posibilidad de evocar historias propias y ajenas, contadas a partir de ese
elemento fundamental para un buen relato que es el
humor.