Las decisiones que tomamos a diario están basadas en pensamientos, creencias
y, sobre todo, en estados de ánimo que atravesamos en el momento en que
decidimos; esto también incluye a las elecciones con el dinero. Tengamos en
cuenta que las economías están hechas por personas y con eso basta para decir
que es difícil pensar que lo que el ser humano hace con el dinero sea absoluta y
estrictamente lógico, donde prevalece el simple beneficio o la satisfacción de
una necesidad, procurando solo el bienestar suyo y el de los que le rodean.
Ahorrar para muchos es un problema y lo es más aún cuando las situaciones lo
obligan a serlo indefectiblemente.
En este libro encontrará premisas sencillas para registrar sus gastos y
tratar de reducirlos, pero no solo desde el punto de vista contable sino desde
una perspectiva psicológica procurando que cada persona pueda autocontrolarse y
no ser víctima de sus tentaciones, compulsiones o incitaciones, que hace el
medio social, que lo llevan a tomar decisiones económicas desacertadas para
luego arrepentirse.
En la última parte, comparto reflexiones que considero sano que se tengan en
cuenta para disconfirmar los mitos sobre los beneficios por "tener" que muchas
veces se confunden con el concepto de "Abundancia y Bienestar".
Licenciado Gustavo Laplaca