Juan Francisco López García,
nació en 1947, en Boal, preciosa villa del Occidente asturiano en medio de
montañas.
Digamos que escribe por tradición
familiar, pues parece que seguimos las costumbres de nuestros padres y,
precisamente, el suyo, al igual que el abuelo paterno, se dedicaba a la poesía.
Le resulta un verdadero placer
escuchar (una buena tertulia, coloquio, charla, etc.) Se define como un buen
escuchante, que difiere sensiblemente de la de oyente. Defiende la figura del
escuchante, en el sentido de que sin él, el escuchante, qué sería, por ejemplo,
del abuelo que sabe muchos cuentos, y los relata muy bien, pero carece de nietos
que le escuchen, o del "mitinista" (persona que se dedica a dar mítines) si
tampoco tuviese escuchantes.
Como consecuencia de esa cualidad
de escuchante se autocalifica como "adaptador" de recuerdos que plasma en sus
novelas, relatos y cuentos.
En 2008 publicó una selección de
sus cuentos titulada Patruchos, y
tiene otros relatos y novelas en la parrilla de salida.
Anima
a los suyos a plasmar en papel sus pensamientos y situaciones simpáticas y
fantásticas en las que, cómo no, participen sus pequeños. Escribir no deja de
ser un vicio, pero bastante económico. Hay que dedicarle tiempo, sin embargo,
ejercitas la imaginación, y resulta estupendo para la salud mental. Él, mientras
pueda, cuenta seguir con su "vicio".