https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Bujones y Magdalena" de Antonio Marotta | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Domingo 28 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas (1)  2 
 

1

Año 1956. Meses después del derrocamiento del General Perón. La acción se desarrolla en el barrio de Villa Urquiza, Ciudad de Buenos Aires.

Bujones, con las piernas flexionadas, los brazos arqueados y separados del cuerpo, las manos imitando la forma de un revólver, la cabeza fija, los ojos atentos, mirando hacia un lado y otro, simulaba disparar hacia objetos virtuales, produciendo una exclamación de haber alcanzado un objetivo cierto en cada intento.
?Tomá!, ¡tomá! bajando tipos que se le venían encima con ganas de limpiarlo ?relataba Bujones.
?¿Y entonces? ?preguntó el Negro Díaz.
?¡Pará!, ¡pará! ?los tipos iban cayendo como moscas, hasta que uno dio la señal de raje, saltaron sobre sus caballos y se piantaron.
?¿Y entonces? ?preguntó ahora el Tosta Parini.
?¡Pará!, ¡pará! ?al verlos partir, guardó los revólveres en las cartucheras, se acomodó los lienzos y, como si nada hubiese pasado, sacó de un fueguito una cacerola y se puso a morfar sentado a las patas de su caballo. A la mañana siguiente, fue para el pueblo. Cuando llegó, en la calle no había nadie. Bajó del caballo y entró en la taberna, empujando las puertas, de esas que van y vienen. Había unos cuantos puntos, mamados, jugando a las cartas y chupando whisky. Se dirigió al mostrador y el dueño le preguntó que quería tomar. El muy guacho pidió, creo que en joda: ?Dame un vaso grande de leche fría?. Los puntos que estaban en el bar lo miraron cagándose de risa. ?¿Un vaso de leche?? preguntó el cantinero. ?Es muy pibe, se escapó de la casa porque la vieja estaba distraída en el granero con el patrón y no le da bola? dijo uno de los tipos, cagándose de risa, el resto acompañó, dando puñetazos sobre las mesas, haciendo volar los vasos y las barajas. Jack no dijo nada, se hizo el sota, mientras fichaba a través de un espejo grande a los quías del bar. Se avivó de que uno de ellos se levantaba y se le venía encima, con cara de loco: ?¿Qué andas buscando, lecherito??. Jack no le contestó. Se quedó observando hacia el frente hasta que el fulano lo tenía casi pegado a su lado. El negro insistió: ?No sabés hablar, o tenés miedo. Saben muchachos me parece que anda buscando roña?, agregando, ?ahora de aquí no salís hasta que a mi se me canta. ¡Entendés!?, dijo, gritándole en la oreja. Al rato entraron dos de los chambones que habían intentado bajarlo a tiros la noche anterior. No bien lo vieron, sacaron las pistolas y se fueron acercando por detrás?.

 
Páginas (1)  2 
 
 
Consiga Bujones y Magdalena de Antonio Marotta en esta página.

 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Bujones y Magdalena de Antonio Marotta   Bujones y Magdalena
de Antonio Marotta

ediciones deauno.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com