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Momentos y aspectos de la cultura argentina
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 Reseña del libro
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Política de Devoluciones. |
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Otros libros en la misma sección |
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Descripción del libro usado "Momentos y aspectos de la cultura argentina" |
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| Roberto F. Giusti es entre nosotros el decano de los críticos. Inició su labor en tiempos heroicos, allá por la primera década del siglo, y, desde entonces, los acontecimientos significativos de nuestra cultura lo tienen por testigo fiel y juez ponderado. A partir de 1912, en que publica Nuestros poetas jóvenes, libro sin condescendencias, aparecen con el correr de los años Enrique Federico Amiel, recibido con aprobación por la crítica francesa, Florencia Sánchez, un ensayo biográfico no superado, y en sucesión de consolidada madurez, Crítica y Polémica (cuatro series), Literatura y Vida y Siglos, escuelas y autores. Tal producción señera le ha conquistado prestigio nacional y continental, definiéndolo como uno de nuestros prosistas representativos. Entre los críticos que examinaron diferentes aspectos de su obra citemos a Fidelino de Figueiredo, Roberto Brenes Mesén, Francisco Contreras, Andrés Iduarte, Edmundo Blanchi, Luis E. Soto, Manuel Pedro González, Hernán Díaz de Arrieta (Alone) y José Destéfano. La segunda serie de Crítica y Polémica merece en 1925 el primer premio de prosa de la Municipalidad de Buenos Aires. En 1936, fué incorporado a la Academia Argentina de Letras, y la de Letras y Artes de Cuba lo cuanta entre sus miembros correspondientes. Durante más de un tercio de siglo compartió con el recordado Alfredo BIanchi la dirección de la revista Nosotros, que por su estructura y la calidad de sus colaboradores en un exponente auténtico de la vida intelectual del país. Socio fundador de la Sade y del Colegio Libre de Estudios Superiores, ocupó dos veces la presidencia de la primera, representándola por varios años en la Comisión Nacional de Cultura; del segundo, integra su actual comisión directiva. En la Universidad de Santiago de Chile dictó en 1943 un cursillo sobre la evolución de la cultura nacional; por su parte, distintas universidades norteamericanas lo invitaron a desempeñarse en cátedras de su especialidad. Ejemplo vivo de un maestro: tolerante, sagaz, ágil de ingenio, profundo y con una envidiable comprensión de lo humano, ejerció la enseñanza de la literatura en colegios secundarios de Buenos Aires y en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario. Fruto de esa experiencia didáctica son sus libros de texto que gozan de general aceptación. La obra que presentamos, aparte sus estudios monográficos dedicados a la influencia de la cultura italiana y al panorama de la cultura argentina en el siglo XIX, ofrece una crónica de nuestra literatura de fines del siglo pasado y comienzos de éste, llena de melancólico humor, en la que brilla a cada paso el observador fervoroso que quiere rescatar del olvido los acontecimientos de una vida vivida que engloba también la de una generación de escritores.  Ir al inicio |
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