Los años locos del sube y baja al tobogan Pocas horas mas tarde, después de una gran borrachera, y cuando los vapores del alcohol terminan por evadirse del espíritu y la mente de los bebedores, a menudo surge de entre ellos uno que, por tener el vino bueno o por haber bebido poco, puede recordar y es capaz de narrar, ya recobrada su lucidez, con humor amable, los hechos y los dichos que jalonaron esa jarana.
Quienes hayan pasado por estos "años locos" (desde el advenimiento del peronismo hasta la caída del gobierno de Illia) y estén hoy liberados de las emanaciones de aquellos vapores políticos, económicos, sociales y espirituales que entonces empañaban la visión podrán, tal vez, saborear este racconto de Abel J. Fortunato, como si se tratara de una de esas efervescentes y reconfortantes bebidas que nos devuelven, al tiempo que la sobriedad, los buenos deseos de enmendarnos.
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