La gran aldea describe el estado social y moral de tres presidencias: Mitre, Sarmiento, Avellaneda. La transformación de Buenos Aires de tranquila aldea colonial en gran aldea tuvo lugar merced al cosmopolitismo y a la heterogeneidad humana. En Buenos Aires se congrega gente de distinta condición social e intereses enfrentados: el trabajador honesto, el político idealista, el intelectual crítico conviven con el aventurero mercantil, el cazador de fortunas, el profesional del negocio ilícito, el político oportunista, el rico arruinado, el resentido, el snob... El choque de ambiciones produjo el desencuentro de ideales, los compromisos nacionales quedaron marginados y cada uno se refugió en sí mismo, se incomunicó con los intereses de los demás y de la comunidad. La gente sólo conocía de los demás las posibilidades económicas. La gran aldea es una Babel de aspiraciones y codicias.
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