La autoridad de padre y madre frente a los hijos se ha ido distorsionando durante las últimas décadas, a medida que se acentuaron las diferencias generacionales, lo que dio como resultado una inestabilidad y un debilitamiento cada vez mayor de la estructura familiar. La falta de comunicación en el hogar es el gran problema de la familia en el fin de siglo: los padres no encuentran una alternativa al modelo tiránico y autoritario (que genera pavor o ansia de desafío en los hijos) ni al modelo permisivo (que genera irrespetuosidad o deja a los hijos librados a su propia suerte), y en ambos casos se fracasa en desarrollar un marco idóneo para estimular la identidad de cada uno en un clima de auténtica cercanía.
Los psicologos Michael e Ivonne Edwards, especialistas de renombre internacional en problemas familiares, proponen en este libro una opción tan lúcida como atractiva para la interacción familiar, que formará padres e hijos competentes en el amor y la comprensión.
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