Titulo: Benvenuto Cellini: En su patria y en su época.
Bettina von Arnim relata un suceso de la niñez de Goethe, uno de los muchos que le trasmitió la madre del escritor, que ilumina muchas de las honduras de la vida del autor del Fausto. Cuando murió un hermanito menor del pequeño Wolfgang, mostró éste una indiferencia tal que su madre, asombrada ante lo que ella creyó una falta de amor fraternal, no pudo evitar una triste recriminación. Sin contestarle, el pequeño Wolfgang corrió a su habitación y, volviendo con un legajo de papeles en la mano, exclamó: "¡Mira! ¡Todo esto había escrito para educarlo!" André Gide señala que ese incidente infantil revela una actitud que ha de persistir a lo largo de la dilatada vida del poeta. Ésa fué su actitud más auténtica: la de ocuparse de los demás para trasmitirles su propia sabiduría, la de utilizar su talento creador como medio de hacer partícipes a los otros en la cultura, que él sentía como la condición humana por excelencia. De esa actitud sale la "necesidad" que sintió Goethe de plantear los problemas históricamente; de no bastarle nunca un hecho suelto, aislado del canevá de los otros hechos, que lo explicaban, sostenían y le daban sentido en definitiva. Este ensayo, que Argos S. A. Editorial publica por primera vez en nuestro idioma, es un ejemplo admirable de esta actitud de Goethe. Atraído por la figura de ese típico hombre de su siglo que fué Benvenuto Cellini, y sintiéndolo al mismo tiempo profundamente como mensajero de arte, quiso mostrarlo mostrando el ámbito de su ciudad y de su tiempo, que era el que lo sostenía y lo explicaba. Le bastaron las escasas páginas de este ensayo para presentar en forma magistral la vida burguesa de Florencia cuando brilla la estirpe de los Médici; la ciudad floreciente con sus odios vivísimos hacia las ciudades vecinas de Siena, Pisa, Lucca o Prato; con sus artesanías de las que irían surgiendo, como flores preciosas, las más puras expresiones del arte de la época, hasta llegar a los días de Cellini que, como dice el autor, "encarna de modo cabal al hombre florentino de su época, tanto en lo que atañe al técnico consumado cuanto en lo que toca al indómito faccioso".
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