Prólogo
La estructura del libro
Después de 13 años dando Ejercicios ignacianos a jóvenes
en completo retiro, reanudé el dar Ejercicios a seglares adultos, sacerdotes,
religiosos y religiosas en los últimos años. Cuando inicio la escritura de este
libro están ya detrás de mí más de 80 tandas de ocho días a este último tipo de
personas. El fruto de esta experiencia es lo que ofrezco. Deberé comenzar con
una declaración de sinceridad: este prólogo lo he completado después de concluir
el libro. Confieso que lo he pasado muy bien escribiéndolo, incluso cuando el
ordenador (o la computadora) me jugó la mala pasada de borrar medio libro, sin
haber guardado yo copia, obligándome a empezar de nuevo. A pesar de eso,
sinceramente: disfruté mucho escribiéndolo. Si ahora, además, puede ser de
provecho a alguien...
Quizás
este escrito pudiera servir de ayuda
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a
aquellas personas, laicos o clérigos, que quisieran hacerlos en la
soledad,
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a
sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que también dan y hacen Ejercicios
en completo retiro,
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a
los que los hacen en la vida corriente y a los que los dirigen en las mismas
circunstancias,
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a
los que comienzan este ministerio y quisieran tener una ayuda que les oriente en
este estilo de exponer la Palabra.