El periodismo ha contribuido de modo fundamental a definir el lugar de Roberto J. Payró en la historia de la cultura argentina. Con La Tribuna, que funda en Bahía Blanca, inicia una sostenida labora periodística que cumple hasta su muerte, en 1928, como redactor de La Nación, cargo que ocupaba desde 1892. Es indudable por cierto la significación de sus obras teatrales y de su narrativa, en la que sobresalen sus cuentos de Pago Chico (1908) y su novela Divertidas aventuras del nieto de Juan Moreira (1910) para comprender tanto el proceso de la literatura nacional como los avatares de nuestra historia. Con lucidez y responsabilidad Payró afrontó las más diversas cuestiones de real interés nacional; la revolución del noventa, la profesionalización del escritor o el carácter de la literatura en nuestro país, los modos de vida del noroeste, pueden recordarse como ejemplo simplemente, de una trayectoria ejemplar. La Australia argentina editada en 1898, constituye un testimonio imprescindible de la Patagonia argentina a fines del siglo.
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