Pintado en los vicios muros
De los antiguos palacios,
Miraréis un caballero,
Un caballero gallardo,
Para marchar al combate
Apercibido y armado;
La firme lanza en la diestra,
La fuerte adarga en el brazo.
Pero coro bullicioso
De Amores alborozados
Le roban la lanza fuerte
Entre caricias y halagos,
Y con cadenas de flores
Le dejan aprisionado,
A pesar de sus protestas
Y de sus esfuerzos vanos.
Así yo, preso me agito
Entre encantadores lazos,
Sintiendo alegría y penas,
Dichas y dolor amargo,
Mientras que caminan otros
A combatir obligados
De la libertad sagrada
En el combate inhumano.