Los estudiantes de ciencias biológicas, y en especial las
biomédicas, suelen asociar a la bioestadística con una etapa árida y frustrante
de su formación, emparentada a sus ojos más con las ciencias duras como la
física o la matemática que con su vocación de biología, enfermería o medicina.
Esta aprensión termina por englobar a la epidemiología, frecuentemente
identificada sólo con el estudio de los brotes de enfermedades transmisibles, y
a menudo ausente por completo de los planes de educación terciaria. Los
estudiantes y graduados con frecuencia encasillan todo lo relacionado a estas
disciplinas como estadística, haciendo poca justicia a la amplitud y riqueza de
estas ciencias. Antes de acometer su estudio la anticipan con el temor a lo
desconocido ya que es común que recién en las carreras terciarias se las enseñe,
luego la transitan con desconfianza y tendencia a la frustración, y finalmente,
en su mayoría, la sepultan en la memoria como un mal trago, un terreno árido que
sólo será visitado cuando alguna vez deban preguntar a alguien graduado en
bioestadística cuál galimatías será necesario para darle sustento estadístico a
un trabajo científico por demás fácil de entender.
Estamos en una era en la cual no sólo crece de manera
exponencial la cantidad de publicaciones científicas, sino también la presión
sobre los autores tanto por parte de quienes financian la investigación como de
las autoridades del medio académico, devenido en gigantesca industria que debe
competir y ganar para subsistir. En este medio, es cada vez más necesario que
todos los que practican actividades vinculadas con las ciencias de la Salud
Pública tengan adecuada formación para aportar producción científica rigurosa y
para ser capaces de escrutar la literatura y juzgar con criterio la calidad de
lo publicado y su validez.
Varias universidades han percibido la disociación entre la
formación tradicional y los aportes de la epidemiología y la bioestadística,
vitales para el desarrollo de estudios de población, prevención, intervención y
estratificación pronóstica. Para el éxito de esta tarea, es fundamental vencer
el recelo natural de quien se aproxima por primera vez al estudio sistemático de
sus fundamentos.
El libro Introducción a Epidemiología y estadística, de Ruth
Henquin, es una bienvenida contribución en lengua castellana. Escrito por una
médica con experiencia directa en el terreno de la investigación clínica, aporta
la experiencia de quien ha usado por años las herramientas de esta vibrante
ciencia.
La obra está organizada de una manera que asegura la fluidez en
la lectura. A diferencia de otros trabajos, este libro tiene la originalidad de
evitar una división en bioestadística primero y conducción de estudios y
ciencias de población después, con lo cual exime al lector de pagar el tributo
de enfrentar la sección habitualmente árida primero para llegar frustrado a la
segunda parte. El libro de Henquin introduce capítulo por capítulo las nociones
de ciencias de población y estadística en forma integrada, logrando mantener el
nivel de interés en la lectura.
Con esta organización y contenidos, este manual resulta un
valioso apoyo para el profesional de ciencias de la salud interesado en aplicar
los conocimientos en una mejor interpretación de trabajos publicados o el diseño
de sus investigaciones.
Este libro incluye los tópicos que conforman el arsenal
necesario para dominar un primer nivel de bioestadística y epidemiología: tipos
de diseño experimentales, errores o sesgos comunes, medidas de frecuencia, de
asociación y de impacto, recolección de datos, azar y probabilidad, distribución
normal, estadística descriptiva y de inferencia, control de factores de
confusión, pruebas estadísticas paramétricas y no paramétricas, concepto de
alfa, beta y poder, curvas ROC y curvas de sobreviva. Complementado con el uso
de alguno de los varios programas estadísticos fáciles de usar que existen hoy
en el mercado, la lectura detenida de la obra de Ruth Henquin permitirá afrontar
sin temores la lectura y análisis de una buena parte de la literatura que debe
dominar un médico que ejerza o los profesionales de centros de Salud Pública y
Organizaciones No Gubernamentales del área.
El lenguaje es llano, y cada capítulo cuenta con ejemplos de
estudios de población que hacen más fácil la incorporación de conocimientos. Las
tablas y gráficos son sencillos, didácticos y afianzan los contenidos de texto.
El lector novel o el profesional interesado en mejorar su
capacidad para interpretar datos científicos en medicina o en diseñar su propio
protocolo de investigación encontrarán en este libro un singular crisol de
brevedad, claridad y contenido.
Los estudiantes e investigadores de habla hispana cuentan desde
ahora con una nueva herramienta al alcance de la mano para superar el a veces
temido escollo de la falta de formación en bioestadística y expandir los
horizontes de su práctica profesional. Agil claro, compacto, práctico son los
adjetivos que definen este actualizado y estimulante trabajo de Ruth Henquin.