Nos habla con un idioma claro,
capta el significado de cada sentimiento y lo expresa con la naturalidad del
lenguaje diario sin por eso perder brillo.
Es por momentos épico,
triunfal, por otros profano, mundano, febril.
Tiene el peso liviano de una
melancolía asumida. Una que aún así no abandona el movimiento de la
vida.
Se caracteriza por una actitud
inocente, casi casta. Por instantes es el pudor indecente quien toma la pluma.
Muerde en él, el animal de la pasión y lleva la obra a espacios por todos alguna
vez vividos.
En particular, esta obra nos
habla del transito en la vida por un amor abandonado que se asume, por su nuevo
enfoque en su vida a partir de ahí y por su búsqueda hacia ella, de a ratos
idílica, de a ratos cierta.
Deja al descubierto nuestras
propias emociones y refleja entonces al lector en su vida personal, lo
identifica, lo despierta a si mismo ya que esos sentimientos y esas situaciones,
están en sus historias contenidas.