Julio Herrera y Reissig es sin duda uno de los más grandes poetas hispanoamericanos. Nació en Montevideo en enero de 1875 y murió en Buenos Aires en 1910 tras una vida oscura.
Su obra puede dividirse en dos fases: una, de línea barroca, de intensiones semimetafísicas, que comienza con el poema La vida (1900), pasa por la Desolación absurda de Los maitines de la noche (1902) y termina en la Tertulia lunática de La torre de los esfinges (1909); y otra, de carácter menos complejo, de tema idílico-ecológico, donde se hallan quizá sus páginas de más puro y perdurable valor lírico, que comienza en el poema Ciles alucinada (1903), parallegar a su plenitud en los rosarios de sonetos Los éxtasis de la montaña (1904 y 1910) y los Sonetos vascos (1906), quedando al margen los sonetos amorosos de la primera serie de Los parques abandonados (1901), la suite exótica de Las clepsidras (1910) y la espléndida pieza final, Berceuse blanca (1910). En ambas fases Herrera y Reissig aparece como un poeta perfecto y profundamente original, desbordante de riquezas.
Como dice Guillermo de Torre en el prólogo a esta edición de Poesías completas, "pastoril o cerebral, el universo de los poemas de Julio Herrera y Reissig resurge totalmente renovado, fresco y dehiscente, en su primer albor, en su candor matinal o en su crepúsculo de metamorfosis".
Observaciones:
El libro fue catalogado regular, ya que no tiene la tapa principal y faltantes en el lomo. Se puede observar en la fotografía.
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