Densa, por su carga vital, Extraño oficio revela en cada página la obsesión por testimoniar la vida a través de un sentimiento de arte: esa permanente necesidad de belleza que alienta la pasión por la libertad. Los personajes de esta obra se yerguen como arquetipos y reafirman el singular talento de Syria Poletti para apresar la condición esencialmente humana de sus criaturas. Desde la misteriosa imagen de la vieja del río a la muchacha que encarna la rebeldía juvenil, estos seres representan algo más que el conflicto entre generaciones o el choque de épocas: alcanzan el valor luminoso del símbolo. Sus instancias pueden darse dentro del rigor histórico o a través del mito, y el tenso realismo no desdeña en esta obra una atomósfera penetrada de lirismo. De ahi que sus personajes, ubicados ya en un torreón medieval, ya en pleno San Telmo, en la lucha ideológica o en la pura fantasia, posean una vigencia que se vertebra en el cambio. Extraño oficio inaugura una nueva arquitectura novelistica que conjuga el impulso con la elaboración. La estructura formal es un hallazgo: los cuentos, monólogos y notas que integran estas crónicas se convierten en claves para calar en el drama del ser que intuye otro universo; y al girar en torno de un mismo personaje y de una misma candente obsesión, alcanzan la más ceñida unidad novelistica. La autora de Gente conmigo y de Linea de fuego vuelve a sacudirnos con el clima entrevisto en sus obras anteriores, pero exhibiendo una visión más amplia y un lenguaje más traslúcido, plasmando un mundo de vivencias universales. A Extraño oficio, sin duda, acudirán una y otra vez todas aquellos que padecen el misterio del arte en su desgarrante necesidad de investigar que hay más allá del rio y más allá del oficio de vivir.
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