El Cardenal, es la historia de un sacerdote norteamericano de nuestros tiempos, que llega a ser un príncipe de la Iglesia Católica Romana. Nacido de padres de la clase trabajadora, en un suburbio de Boston, Stephen Fermoyle realiza su destino sacerdotal con diarios esfuerzos, desalientos, aspiraciones y triunfos. Viril y afectuoso, este sirviente ordenado de Dios enfrenta problemas psicológicos que debe resolver, no sólo como sacerdote, sino como un ser humano experimentado. En un cuadro en que se acumulan caracteres vivos y brillantes, el lector ve a Stephen Fermoyle cumpliendo sus deberes de cura, de párroco de un rebaño rural y de secretario privado de un Cardenal. A medida que la crónica se desarrolla, este bien dotado clérigo se convierte en Monseñor, agregado al Vaticano, obispo y finalmente portador del capelo cardenalicio. Con Stephen Fermoyle penetra el lector en los más secretos consejos de la Iglesia Católica Romana y logra un nuevo conocimiento de sus complejas actividades y de su esfera de influencia en la política mundial. Entretanto, en cada página de El Cardenal se descubren nuevos aspectos de la vida personal de Stephen Fermoyle, En episodios mordaces y regocijantes, en escenas cargadas de ansias humanas, de piedad y ternura, Stephen descuella como hijo, hermano, amigo y hombre. El amor a la vez mortal y divino, lo solicita. El conocimiento del bien y el mal lo mueven a la comprensión compasiva de sus prójimos y una fe inconmovible en la sabiduría y clemencia de Dios lo mantiene a flote entre los arrecifes del fracaso y la desesperación privados. El Cardenal es una novela en alabanza de la vida, en su sentido más pleno. Es valiente y sentimental; es vigorosa y ennoblecedora; es un drama lleno de promesas de significado eterno, que se eleva por encima del cinismo, del temor y la duda, que oprimen nuestros días terrenales.
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