Fin


Primera página : Reportaje a René Rodríguez Soriano

Lunes 31 de Enero de 2005
Reportaje a René Rodríguez Soriano

?Escribo para espantar dinosaurios y otras sierpes de bífidas ponzoñas, para lavarme del tedio, la envidia y la desidia. Voy con el sentimiento en ristre, a toda marcha, y un detector de adulaciones siempre a mano.?

 

 

Confieso que he mentido

Nací en Constanza, República Dominicana, en 1950. Egresado de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, desde principios de los setenta he trotado entre la creatividad publicitaria y la docencia universitaria en el área del Periodismo, el Marketing y la Literatura. Así como también en la producción y realización de reportajes y otros materiales para radio, televisión y cine, tropezándome, a veces, con ciertos galardones, entre los que trato de no olvidar, el Premio de Cuentos Casa de Teatro, 1996 y Premio Nacional de Cuentos "José Ramón López", 1997. Desde hace algunos años -aunque suene mal pensar la patria ausente por razones ambientales- "daría la vida por diez lugares suyos, cierta gente (...) varias figuras de su historia, montañas -y tres o cuatro ríos."

 

René Rodríguez Soriano

 

 

 

Es asombroso comprobar que a veces ni siquiera la distancia impide que dos personas se reúnan para conversar. Él reside en Miami desde hace ya varios años y yo no me moví de mi Buenos Aires. Sin embargo, gracias a la magia de Internet, estamos sentados uno frente al otro saboreando un rico café. Escucho jazz desde su ventana, y le digo que me encantaría hacerle unas preguntas. Él acepta de buena gana y me regala una enorme sonrisa. Le agradezco su amabilidad, le digo que me tenga un poco de paciencia porque es la primera vez que hago un reportaje. Vuelve a sonreír y me dice: ?Honor que me haces?.

 

?¿Cómo nació tú último libro ?Queda la música??

?Como nacen los niños, tal vez, viniendo de costado sobre una alfombra voladora? ¿Piensas que en verdad lo sé? Casi nunca estoy en casa cuando pasa nada? y cuando pasa algo, mucho menos. Escribo, ya creo que lo he dicho, con un lapicito rombo de arañar insomnios, para espantar las feas mariposas del vacío y de la soledad. Escribo con los dedos del deseo, a todo tren y sin camisa.

?¿Por qué elegiste incluir en tu libro a los personajes de García Márquez, Fermina Daza y Florentino Ariza de El amor en los tiempos del cólera?

 ?¿Elegir, dices? Los personajes no se eligen ni reeligen. Nacen, son parte integral de la historia que se cuenta desde adentro o en torno a ellos. Por amor o por cólera, Fermina y Florentino son dos personajes entrañables que decidieron compartir su amor desmesuradamente hermoso con la sed deseante de esos dos seres cuasi incorpóreos que navegan en las nebulosas aguas de Queda la música. Ambos, urdiendo un plan de fuga interminable, juegan o sueñan inventarse mientras danzan ?que no dazan?, conocedores de lo que previamente dijo el Gabo que le había dicho su abuelo, que al otro lado no hay orilla.

?Tu particular forma de narrar está llena de poesía ¿Cómo te definirías, narrador que escribe poesía o poeta que también escribe narrativa?

?La gran ventaja de la literatura es que no nos plantea ninguna necesidad de elección. Yo no soy más que un celacanto, pólipo o pez que se mira o nos mira desde las aguas del encanto y que, en ese instante tan relámpago en que el poema, tal vez, quiere ser luz y ronda las periferias del placer y el goce, atina o desatina a escribir, en un lenguaje que no tiene lengua, una especie de prosa elemental. Alguien que juega un juego serio y mudo para espantar el tedio en los rincones de la tarde y la llovizna.

 ?¿Cuándo despertó en vos la necesidad de escribir?

?Son mis dedos los que escriben, como vasija o caja de resonancia, no hago otra cosa que seguirlos por los descampados del lenguaje, sin reloj y sin capote para el hastío y la desesperanza. De ahí que, ni el dónde ni el cuándo, cabalgaban por las furnias del deseo en ese instante que, como diría Gonzalo Rojas, es tan relámpago, tan luz?

?¿Qué te impulsó a continuar?

?La sed y, en cierto modo, el deseo y la pasión de apagármela con fuego.

?¿De qué forma te nacen los textos, qué motores te mueven, dónde encontrás tu inspiración?

­?Adoro como estallan los gladiolos a la luz de un día claro, odio los misiles floreciendo en la intensidad de la noche. Me ilumina y me reanima más, desdentada y sin abrigo la sonrisa de un mapuche que la profiláctica cromática de los colores de Benetton apantallando el mundo.

?¿Qué representa para vos la corrección? ¿Cuándo considerás que el texto está terminado?

?La corrección, ese instante en que el lenguaje es llamado a capítulo por los cánones y preceptos de la lengua, constituye algo así como la alambrada con la que los toros bravos tienen que aprender a convivir. Aunque algo me hace suponer que, de vez en cuando casi siempre, el placer está en bañarse en los alambres. ¿Terminado? Tanto los participios como los gerundios y los verbos compuestos son un lastre para la salud vital del texto que, como los ríos de Heráclito, nunca es el mismo que corre a todo tren hacia la mar indetenible de la página en blanco.

?¿Qué buscás con tus textos?

?Yo no busco, sólo encuentro.

 ?¿Cómo definirías a la poesía?

 ?Yo no defino nada, apenas perfilo contornos que no tienen géneros ni sexos. La literatura es una sola. Lo demás será cosmética, tal vez. Absurda pedrería para gorjear en los salones. Si existe el infierno o no, no me interesa. Dante lo inventó, igual que Homero hizo con Troya. Importan las palabras porque, de acuerdo con Mallarmé, sobre ellas se apuntalan zigzagueantes y elusivas las imágenes que infieren lo inagotable, lo evocado, dando origen al pájaro fugaz que por su ausencia libera los demonios del poema o el texto, como quieras llamarle.

?¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Quiénes impulsaron a tu creación?

 ?Mis lecturas van desde el más tenue al más encendido de los naranjas de los atardeceres del Caribe. Alguien que no haya nadado jamás en aguas cálidas podrá apreciar jamás la diferencia de otras aguas. Leo en las ondas y en las olas, leo cifrado, en clave, y otras veces no leo nada. Odio los diccionarios y los listados alfabéticos, y, para lavarme del tedio y las malas transmisiones de noticias vía satélite, leo a Marcial la Fuente Estefanía.

?¿Qué opinás de la poesía latinoamericana actual?

??¿La literatura que define el dudoso buen gusto del negocio editorial, o la que realmente se escribe con las vísceras? También cabría preguntarnos ?quiera Einstein?, ¿cuáles parámetros distinguirían lo actual de lo que no lo es? La literatura que se escribe de este lado del planeta está signada por una riqueza musical y una vitalidad muy singulares. Vallejo, Juarroz, Lezama, Borges, Mieses Burgos y Octavio Paz siguen siendo tan actuales como Pastor de Moya o René Philoctete, autores que no desmerecen en nada las enseñanzas de Darío o Juana Inés.

?Un texto que quieras ofrecernos...

?Nota al margen de su lengua

Que se entienda, no hablo de ningún tratado.

De ningún volumen.

Hablo de ese animal terrestre que habita en el cielo de su boca.

Ese animal perverso que santifica mi nombre y mis latidos,

ese animal sin nombre que si me toca

me hace nacer sin lengua en el lenguaje de su cuerpo.

 

 ?¿Qué consejos le darías a quienes se inician en la creación poética?

 ??si es que soportaron hasta aquí, que se deshagan de todo el lastre que han logrado acumular y, sobre todo, que al último consejo al que deberían hacerle caso es al mío?

http://www.rodriguesoriano.net 

 

Ahora soy yo quien sonríe, le estrecho la mano a través de la distancia y le digo: Gracias. ?Gracias a ti, dulzura? me contesta.

Sin duda, René Rodríguez Soriano es un POETA. Poeta latinoamericano que fiel a sus raíces, entrega en sus palabras toda esa pasión, ese erotismo plagado de sabores y olores, que seducen y embriagan.

 
Publicado por Karina Sacerdote a las 20:38