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Los planos, que se publican en el
primer volumen de esta obra, se refieren al navío de la carrera Manila-Acapulco
Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza que fue uno de los famosos
bajeles, naos al principio, más tarde galeones y desde 1730 navíos y fragatas,
que durante 250 años mantuvieron las comunicaciones entre las Islas Filipinas y
el reino de la Nueva España y fueron instrumento insustituible de la presencia
española en el Pacífico. Estos bajeles salían anualmente de Manila y arribaban a
Acapulco, tras una navegación llena de peligros de más de 8.000 millas marinas y
seis meses de duración, la más larga de la navegación a vela en la historia de
la humanidad. De allí volvían en un tornaviaje, menos azaroso, de cuatro meses
de duración. Los navíos de la carrera de Filipinas estaban armados y pertenecían
a la corona. Transportaban mercancías y su valor en plata, el correo, fondos de
la Real Hacienda, funcionarios del gobierno, tropas y misioneros. La carrera de
Manila-Acapulco es una de las grandes epopeyas de la historia naval del mundo,
aunque no haya recibido el trato que merece su importancia. El navío
Nuestra Señora del Pilar de
Zaragoza, de 60 codos (34.20 m.) de
eslora y del porte de 50 cañones, fue construido con las mejores maderas
filipinas, según las normas y proporciones del general de la armada D. Antonio
de Gaztañeta. Entre los años 1.733 y 1.750, en que estuvo de servicio, realizó
el Pilar cuatro viajes completos a través del Pacífico. Durante
las guerras contra Inglaterra se vio envuelto en la campaña que llevó a cabo el
jefe de escuadra inglés Anson en el Pacífico.
El estudio de los planos y especificaciones del navío
Pilar se ha realizado siguiendo las proporciones que el
teniente general de la Armada don Antonio de Gaztañeta propuso en 1720 para las
fábricas de navíos y fragatas de guerra, por orden de Su Majestad el Rey Don
Felipe V. El documento de Gaztañeta especificaba todas las dimensiones del casco
del navío, salvo excepciones de menor importancia, así como el escantillonado de
sus elementos constructivos. El resto de especificaciones de arboladura, aparejo
y armamento quedaban para una segunda relación, que no llegó nunca a ver la luz.
Afortunadamente el piloto mayor de la carrera de Filipinas don José González
Cabrera publicó en Manila un excelente tratado de navegación en el año de 1734.
En el Capítulo XV de esta obra se dan «las Reglas, y medidas para fabricar
Navios, y otras cosas necessarias para su vso.» Las especificaciones
correspondientes al casco coinciden con las de Gaztañeta, pero Cabrera fija,
además, la arboladura, las menas de los cabos más importantes de la jarcia firme
y de maniobra, el equipo de fondeo, la lancha, y el corte de velas. El resto de
la jarcia, detalles de armamento, artillería y sistema de aparejado se ha basado
principalmente en el famoso manuscrito que el marqués de la Victoria escribió,
en la metrópoli, entre los años de 1719 y 1756. |
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Consiga Planos del navío Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, de la carrera Manila-Acapulco (1733-1750) - Volumen I. Planos de Jesús García del Valle y Gómez en esta página.
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