Consideración preliminar
Hay un consejo en el libro
más antiguo de la literatura sapiencial hindú que dice: «vale más proponerse la
meta de la excelencia y no lograrla, que la de la mediocridad y
conseguirla».
Recojo en este pequeño libro
diversos escritos de índole variada redactados en diferentes momentos y por
motivos distintos. No es por tanto, en ese sentido, un libro concebido en su
origen como un todo y que tenga una unidad en sí. Siendo pues independientes, y,
generalmente breves, cada uno de los escritos aquí recogidos, se tiene la
ventaja de poderlos leer en el orden que se quiera según el interés personal o
el momento. Aunque, para seguir mejor la argumentación, recomiendo leer por
orden los primeros siete escritos.
Lo que confiere de algún
modo homogeneidad a las páginas de este libro es el trasfondo que hay en todas
ellas. Aunque los temas son muy variados (filosofía, educación, dignidad de la
mujer, familia, verdad, sexualidad, terrorismo, paz, etc.) hay en todos ellos
una consideración, a la vez, desde un punto de vista humano y sobrenatural. Lo
que quiero decir es que las realidades humanas, solo son captadas en su más
profunda verdad cuando intentamos descubrir cuál es su sentido a la luz de Dios.
La expresión común de "lo humano y lo divino", en el fondo, no indica una doble
clase de cuestiones o de realidades. De todos modos, recurro a esa expresión en
el sentido habitual de referirse con ella a todo tipo de asuntos de los que con
frecuencia uno siente la necesidad de hablar, especialmente con aquellos a
quienes aprecia, con los amigos. Seguro que todos hemos disfrutado enormemente
de momentos de conversación, especialmente con aquellos con quienes tenemos más
confianza y a los que nos unen lazos de amistad. Y seguro que también hemos
experimentado cómo nos enriquece compartir nuestros diversos puntos de vista
sobre tantas y tantas cuestiones que nos importan y afectan de una u otra
manera.
Conversar
-decía Aristóteles-, comunicar a otros nuestros pensamientos es uno de los modos en que
vivimos y realizamos nuestra existencia como seres humanos pues de ese modo compartimos con los demás
lo más alto y elevado que hay en el hombre como
es su entendimiento. En esos momentos de conversación suele ser también,
con frecuencia, una necesidad el abordar otras cuestiones más altas, más
profundas que las meramente terrenas o cotidianas. Así me gustaría que fueran estos artículos que
se recogen aquí, como la conversación serena, tranquila y amable
entre amigos que disfrutan compartiendo sus puntos de vista sobre lo humano y lo
divino.