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Ángel Saúl viene de una familia de clase media. Su papa, un obrero de carácter recio, bastante callado y taciturno. Su mama una mujer de fuertes convicciones, amorosa pero a la vez fuerte y decidida. Fue criado en un ambiente donde el amor y la disciplina convivían en armonía. Su familia era católica no practicante. Ángel Saúl y sus hermanos fueron enviados a los mejores colegios y liceos que su padre pudo pagar, todos de tendencia católica. Esto influyo de manera significativa en la formación de Ángel Saúl y sus hermanos.
Una vez culminado el bachillerato, el cual logro con muy buen promedio, obtuvo un cupo para estudiar en la Universidad Central de Venezuela, donde inició sus estudios de Ingeniería Eléctrica. Durante sus años de estudiante universitario, Ángel Saúl hizo lo que la mayoría de los jóvenes de su edad hacen: parrandear, estudiar a última hora, divertirse con chicas, etcétera.
En la Universidad Central de Venezuela se graduó de Ingeniero Eléctrico, y salió a competir en el mundo laboral. Logró ubicarse con éxito en una empresa transnacional, donde labora actualmente. Allí inició en el nivel más bajo que hay para un ingeniero electricista, pero en base a su perseverancia, esfuerzo y su don de entender a la gente logró posicionarse dentro de la empresa con bastante rapidez.
Durante sus primeros años como profesional, Ángel Saúl empezó a disfrutar de las mieles del éxito. Estuvo de parranda con compañeros y amigos, viajó por cuestiones de trabajo a otros países y aprovechó estos viajes para conocer un poco más de otras culturas.
Al llegar a sus treinta años, Ángel Saúl ya era un profesional con una buena reputación ganada a pulso, un salario bien remunerado, un apartamento propio en Caracas y un buen vehículo 4 X 4. Para completar su éxito se enamoró y dos años más tarde se casó con su actual esposa, con la cual tiene dos hijos.
Ángel Saúl invertía su tiempo libre entre correr (no era aficionado al gimnasio, pero le encantaba salir a correr con su esposa, aunque la mayoría de las veces lo hacía solo), jugar Squash, lo cual hacía una vez por semana con sus compañeros del trabajo, investigar en internet acerca de los últimos avances tecnológicos y leer. Adicionalmente, en su familia se establecieron rutinas para compartir momentos agradables como por ejemplo los martes de juegos, donde se cenaba pizza y se elegía entre los miembros de la familia una actividad que pudieran disfrutar todos. Tampoco perdía oportunidad con su esposa de ir al cine o al teatro cuando podían. Su vida social no era muy movida, aunque tenían varios amigos cercanos con quienes compartían de vez en cuando una cena o una salida a algún sitio.
Hoy día, a sus cuarenta y cuatro años, Ángel Saúl disfruta de una vida cómoda, de un trabajo estable, de una bella esposa, de dos saludables e inquietos chiquillos (una niña de once años y un niño de nueve), y aunque en apariencia lo tiene todo, él continúa sintiendo un vacío que no puede explicar, y que no le permite disfrutar a plenitud del éxito que ha obtenido de acuerdo a los estándares actuales de la sociedad.
Como es ya costumbre, Ángel Saúl y su familia se encuentran disfrutando de sus vacaciones del mes de Agosto. Aunque para ellos es más común visitar destinos turísticos relacionados con montaña, este año han decidido visitar el Estado Sucre. Vía internet ubicaron una casa en alquiler con 2 plantas. La planta alta tenía 3 habitaciones, todas con aire acondicionado y dos baños. En la planta baja estaba el comedor, la cocina, una cómoda sala de estar, un baño, y un pequeño corredor donde se podía colocar un par de hamacas. El patio trasero tenía dos duchas para sacarse el agua de mar y una pequeña piscina de unos diez metros por cinco. También había una puerta que comunicaba la casa con la playa. Justo detrás de la casa había dos cocoteros que daban una sombra excelente durante el medio día. A un lado de la playa se encontraba un viejo muelle, al cual le faltaba buena parte de las maderas del piso. Atadas en el muelle se podían observar dos peñeros que descansaban pacíficamente sobre las tranquilas aguas del golfo. Al frente tenia a la vista la otra parte del Golfo de Cariaco, la parte del continente que da al Mar Caribe.
Ángel Saúl y su familia llegaron a la casa alrededor de las 3 de la tarde. El administrador de la casa los recibió, les entregó las llaves, los acompañó a hacer el inventario de lo que había en la misma y se marchó una hora más tarde, no sin antes darles las recomendaciones tanto de la casa, como de los sitios a visitar. Ambos padres revisaron todas las habitaciones e instalaron a los chicos en las que consideraron más convenientes. Asimismo ellos se instalaron en la habitación matrimonial. A eso de las 6 de la tarde decidieron salir a cenar y a comprar algunos víveres para la casa.
El segundo día de vacaciones la familia decidió ir a pasear a algunas playas cercanas a la casa. Estuvieron fuera durante todo el día y regresaron ya al anochecer, bastante cansados por el ajetreado día.
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La sociedad del futuro: El despertar de la conciencia
de Rafael Bueno
ediciones deauno.com
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