La vida con su esplendor no es sino expresión de la vida privada, tal como se muestra mejor en la plaza 25 de Mayo y sus calles vecinas, los centros de diversión de todas las noches. El argentino exigente y derrochador goza de admiración aun en las capitales europeas. Esto concuerda con su apariencia en el hogar. Decididamente, las argentinas no son tan mimosas como las vivaces y dicharacheras chilenas, pero la belleza de sus formas llenas y redondas es realzada por tocados más suntuosos. Dan testimonio del refinamiento de la vida exterior los negocios de bisutería y confecciones, tiendas de artículos para damas y caballeros, exposiciones permanentes de muebles, artes decorativas, etc, de las calles céntricas. Asimismo, empresas universales de sólido capital como -Au New England- -A la Ciudad de México-, -A la Ciudad de Londres", "Al Progreso- y sobre todo "Gath & Chaves" buscan aproximarse a sus similares "Touvi:e- y "Bon Marché" de París o -Wertheim- de Berlín. Con un personal de 2000 empleados y una venta mensual de cinco a seis millones de francos, Gath & Chaves merecería el atributo de una firma metropolitana.
Las comunicaciones locales, de las que se puede tener una idea particularmente clara en los barrios antiguos, indican su acentuado carácter cosmopolita. Los 3.000 coches de punto son complementados por 600 automóviles y la red de tranvías ya abarca el doble del tramo Romanshorn-Ginebra. Asimismo, han sido introducidos diversos servicios de tránsito al minuto. Los tranvías movilizan en un día unos 28 millones de personas. Algunas líneas mantienen sus servicios toda la noche y a pesar de las grandes distancias. Un viaje directo o combinado hasta los barrios más apartados del límite metropolitano cuesta sólo 20 centavos, es decir, el doble de la tarifa normal. Los coches en los que se busca en vano el número 13, son cómodos, higiénicos y agradables, en su mayoría ventilados mediante sistema eléctrico. Muy pronto, la metrópolis bonaerense contará con trenes subterráneos, único medio capaz de descongestionar el tránsito callejero. Hace algunos años se constituyó una compañía angloargentina con un capital de 200 millones de francos para su construcción y explotación y ya se ha dado fin a tramos bastante largos.
Al influjo de la gozosa sangre española, también florece en Buenos Aires la vida sociable. Tanto los edificios de los clubes como las casas de teatro son de notable suntuosidad y distinción y aun cuando no todas las asociaciones cuentan con sedes palaciegas como el jockey Club, hay muchos edificios como el del "Club del Progreso" o el de los Extranjeros que se cuentan entre los más hermosos de la ciudad. Los ingresos del jockey Club caracterizan su categoría. Esta entidad patrocina las carreras de caballos del hipódromo de Palermo y percibe el diez por ciento del dinero de las apuestas. Si se considera que el mencionado porcentaje de sólo veinte carreras corridas en mayo de 1909 alcanzó a 45.176.910 francos, resulta fácil comprender que su edificio de la calle Florida, con un salón con capacidad para 3.000 personas, se incluya entre los más fastuosos.