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Prólogo
He recorrido varios lugares a lo largo de mi vida. Viajes que se mantienen frescos en mi memoria. Paisajes argentinos inhóspitos que jamás se borrarán de mis recuerdos. Situaciones extremadamente insólitas con personas absolutamente distintas pero comparables. Dentro de cada contexto, los mundos aparentes se convierten en una intriga sin final, un misterio a develar, y detrás de cada mirada, gesto o palabra, se oculta el hermoso y fértil terreno de cada ser humano. El deseo incontenible que me invade es el de conocer más de mí mismo dejándome atravesar por los demás, todos esos «demás» que me marcan un gran espejo delator de mi propio ser, aún desconocido. Voy a dejar para otro momento los viajes y lugares de nuestra hermosa tierra y a concentrar este viaje en Buenos Aires, precisamente en Capital Federal, dentro de mi bar preferido, donde las historias se cruzan sin saberlo, donde las personas hablan todo, donde se juntan los amigos, donde se discuten los negocios, donde se rompen las parejas y se enamoran muchas más, donde las charlas de café, que duran una hora y ocurren constantemente a lo largo del día, pasan y siguen, desde que las puertas del bar y todo su personal comienzan su tarea, hasta cerrar diariamente ese ciclo inagotable de relaciones humanas, perfectas para su contexto. La charlas de café que comienzan y no terminan; que terminan; que son siempre iguales como distintas; que pasan como el viento y corren como agua de río. Charlas y habladurías de honestos y chantas, de inocentes y culpables, de mujeres y hombres, de sexo y sexualidades, de lo bueno y lo malo, lo triste y alegre, que desprenden la esencia de la comedia y el drama del vivir cotidiano. Son simples sonidos de un lenguaje que aún no entendemos bien. El lenguaje de nuestras relaciones humanas buscando por sí solas un solo horizonte de felicidad. Espero que quien lea estas charlas se sumerja cual oyente oculto en estas mesas populares, como un espía del cual nadie sabe su presencia, y descubra el laberinto de posibilidades que es el camino de todos, reflejado en unos pocos, que se hablan con aparente verdad, escondiendo las partes más difíciles de dar a conocer.
27 de febrero de 2013
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